LIMA - PERÚ LUNES 09 DE OCTUBRE DEL 2017 MENSAJE # 2049
SEGUNDA DE SAMUEL 12:11-14.
"Así ha dicho Yahweh: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Yahweh. Y Natán dijo a David: También Yahweh ha redimido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Yahweh, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. Y Natán se volvió a su casa".
=== Cuando David eligió tomar a Betsabé para hacerla suya, cuando su marido, Urías heteo, estaba alejado por la guerra, buscó entrampar al tal para que volviera del campo de batalla, e instado por el rey, él tornara a su casa y cohabitara con su esposa, y llegara a pensar que la criatura que nacería fuera el resultado de aquella cópula; desapareciendo así la culpa de ambos amantes ante los ojos de los demás, y del marido, quien probablemente celebrara el ser el padre de la criatura que Betsabé llevara en el vientre. Pero Urías era hombre fiel a su rey y a sus promesas como varón de guerra, y no fue a su casa a pesar de que David lo embriagara en dos ocasiones. Al ver que su plan no había dado resultado, ordenó a Joab que lo dejaran expuesto a la muerte en lo más recio de la batalla. Y murió. Y David, después del luto de Betsabé, la hizo venir consigo. Durante todo este trámite hubo algo que primó en la mente del rey y su amante: Una total inconsciencia de Dios y de su rol como representantes del tal ante la sociedad hebraica. Pero Dios tomó nota de esta prevaricación, y aunque David tuvo tiempo suficiente para arrepentirse; ¡no lo hizo! ¿Qué era lo que pasaba por la cabeza del rey? Si hubiera sido algo pasajero, no hubiera guardado a la mujer y a ese niño como un tesoro particular, teniendo en poco a la Deidad, y afrentándola, dado el cargo que David ostentaba como rey y como un varón conforme a su corazón.
=== Dios envió a Natán con una historia que reflejara este acto atroz, y David la juzgó con justicia cuando señaló el veredicto; hasta que Natán le descubrió que él se había juzgado a sí mismo, revelando el juicio divino en los versos de nuestro estudio. Así, lo que David veía como algo trivial, y que pareciera no haber importado a Yahweh, pues durante todo ese año no había dicho ni hecho nada, se tornó algo terrible y difícil de imaginar, y el Padre le hizo saber que lo que él hiciera en privado, tan meticulosamente planeado, habría de ser observado por toda la nación, trayendo vergüenza y oprobio como nunca David habría podido imaginar. No nos sintamos azorados, ni juzguemos el castigo divino contra su siervo como algo exagerado; pues las demandas divinas sobre sus elegidos son tan amplias como su elección y designación, siendo la sana y santa manera de vivir parte de su ineludible responsabilidad. Si recordamos cada uno de los sacrificios que han de hacerse para verse restituidos ante Dios, el sumo sacerdote, el sacerdote, el jefe o líder, el hombre de pueblo, etc.; cada uno es cargado por sus culpas en la medida de su responsabilidad. Y el rey David no era un simple mortal; sino el ungido de Yahweh para representarlo en el panorama regio.
=== Yahweh redimió el pecado de David, y Natán le dijo que no moriría; pero que el pecado en que incurriera había puesto a Dios en una posición muy incómoda (por decir lo menos), y sus enemigos podían blasfemarlo por lo mismo, tildándolo de injusto o de alguna otra forma que lo afrentara. El castigo se derivó hacia la criatura, quien moriría por el pecado de David y de su madre, y no por él mismo. Y así fue como los hijos de David empezaron a mostrar de qué estaban hechos, habiendo el pecado del padre destapado lo que anidara en el corazón de su prole. La violación de Tamar por su hermano Amnón, el hijo mayor de David; la humillación de la muchacha, que viera lo poco que valía para su padre en contraposición al cariño que le inspirara su primogénito; la venganza posterior de Absalón; la conspiración de éste. y el despertar de las ambiciones de sus cortesanos: Joab, Ahitofel, las maldiciones de Simei el hijo de Gera, y un sin número de cosas que vinieron después. Dios es el Juez supremo de todas las cosas, y lo que algunos consideramos una simple veleidad, una cana al aire, o algo baladí; no es visto por el Padre en esa forma. Temamos, amados hermanos.
"Así ha dicho Yahweh: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Yahweh. Y Natán dijo a David: También Yahweh ha redimido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Yahweh, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá. Y Natán se volvió a su casa".
=== Cuando David eligió tomar a Betsabé para hacerla suya, cuando su marido, Urías heteo, estaba alejado por la guerra, buscó entrampar al tal para que volviera del campo de batalla, e instado por el rey, él tornara a su casa y cohabitara con su esposa, y llegara a pensar que la criatura que nacería fuera el resultado de aquella cópula; desapareciendo así la culpa de ambos amantes ante los ojos de los demás, y del marido, quien probablemente celebrara el ser el padre de la criatura que Betsabé llevara en el vientre. Pero Urías era hombre fiel a su rey y a sus promesas como varón de guerra, y no fue a su casa a pesar de que David lo embriagara en dos ocasiones. Al ver que su plan no había dado resultado, ordenó a Joab que lo dejaran expuesto a la muerte en lo más recio de la batalla. Y murió. Y David, después del luto de Betsabé, la hizo venir consigo. Durante todo este trámite hubo algo que primó en la mente del rey y su amante: Una total inconsciencia de Dios y de su rol como representantes del tal ante la sociedad hebraica. Pero Dios tomó nota de esta prevaricación, y aunque David tuvo tiempo suficiente para arrepentirse; ¡no lo hizo! ¿Qué era lo que pasaba por la cabeza del rey? Si hubiera sido algo pasajero, no hubiera guardado a la mujer y a ese niño como un tesoro particular, teniendo en poco a la Deidad, y afrentándola, dado el cargo que David ostentaba como rey y como un varón conforme a su corazón.
=== Dios envió a Natán con una historia que reflejara este acto atroz, y David la juzgó con justicia cuando señaló el veredicto; hasta que Natán le descubrió que él se había juzgado a sí mismo, revelando el juicio divino en los versos de nuestro estudio. Así, lo que David veía como algo trivial, y que pareciera no haber importado a Yahweh, pues durante todo ese año no había dicho ni hecho nada, se tornó algo terrible y difícil de imaginar, y el Padre le hizo saber que lo que él hiciera en privado, tan meticulosamente planeado, habría de ser observado por toda la nación, trayendo vergüenza y oprobio como nunca David habría podido imaginar. No nos sintamos azorados, ni juzguemos el castigo divino contra su siervo como algo exagerado; pues las demandas divinas sobre sus elegidos son tan amplias como su elección y designación, siendo la sana y santa manera de vivir parte de su ineludible responsabilidad. Si recordamos cada uno de los sacrificios que han de hacerse para verse restituidos ante Dios, el sumo sacerdote, el sacerdote, el jefe o líder, el hombre de pueblo, etc.; cada uno es cargado por sus culpas en la medida de su responsabilidad. Y el rey David no era un simple mortal; sino el ungido de Yahweh para representarlo en el panorama regio.
=== Yahweh redimió el pecado de David, y Natán le dijo que no moriría; pero que el pecado en que incurriera había puesto a Dios en una posición muy incómoda (por decir lo menos), y sus enemigos podían blasfemarlo por lo mismo, tildándolo de injusto o de alguna otra forma que lo afrentara. El castigo se derivó hacia la criatura, quien moriría por el pecado de David y de su madre, y no por él mismo. Y así fue como los hijos de David empezaron a mostrar de qué estaban hechos, habiendo el pecado del padre destapado lo que anidara en el corazón de su prole. La violación de Tamar por su hermano Amnón, el hijo mayor de David; la humillación de la muchacha, que viera lo poco que valía para su padre en contraposición al cariño que le inspirara su primogénito; la venganza posterior de Absalón; la conspiración de éste. y el despertar de las ambiciones de sus cortesanos: Joab, Ahitofel, las maldiciones de Simei el hijo de Gera, y un sin número de cosas que vinieron después. Dios es el Juez supremo de todas las cosas, y lo que algunos consideramos una simple veleidad, una cana al aire, o algo baladí; no es visto por el Padre en esa forma. Temamos, amados hermanos.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 09/10/2017 MENSAJE # 2049.
NUESTRA RESPONSABILIDAD EN CUANTO AL ÁMBITO ESPIRITUAL, Y SU APLICACIÓN EN LA GREY Y EN LOS DERECHOS QUE ELLA TIENE A SER GOBERNADA DENTRO DE LOS PARÁMETROS DIVINOS, PORQUE CONFÍA EN LOS SIERVOS DE DIOS, NO DEBE SER TRAICIONADA. DIOS ES JUEZ DE TODAS ESTAS COSAS.
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