LIMA - PERÚ DOMINGO 08 DE OCTUBRE DEL 2017 MENSAJE # 2047
SEGUNDA DE JUAN 1-3.
"El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros: Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor".
=== La salutación juanina, llena siempre de paternal ternura, utiliza el simbolismo con el que él se comunicara con las iglesias locales, tomando como figura la familia y la amistad. Él es el anciano (presbuterus); la señora, es la localidad; y sus hijos, los miembros de la misma; destacando la pureza doctrinal y la fidelidad a la enseñanza apostólica, como la verdad esencial en la que caminaban, donde figurara el amor fraternal de una manera abierta, franca y genuina. Cuando el escritor sagrado se hallaba frente a una realidad espiritual que encumbrara a la localidad como tal, el apóstol no ocultaba su gozo; siguiendo la premisa clásica del Señor Jesús, relevando lo bueno y congratulándolo; tratando con posterioridad aquellas fallas que habían de ser corregidas con amor y firmeza. Todos los que fueran testigos del andar espiritual y escritural de los miembros de la congregación se solazaban por ello, y en los tiempos de terrible apostasía que ya se estuvieran sintiendo, resultaban un bálsamo para el equipo ministerial que acompañara al apóstol en su fluir, buscando solidificar la estructura eclesial con su correcta esfera gobernante, asegurando así un futuro glorioso.
=== La verdad, como doctrina estructural, es algo cuya naturaleza es lo permanente e invariable. El Padre eterno quiere cosas que sean trascendentes e inalterables en el contexto de las edades. Lo mudable o renovable o reformable, no muestra lo definitivo; sino lo transitorio, lo que apunta a algo que aún no ha cobrado una forma definitiva que satisface a Dios, y establece para sus escogidos el ámbito que Dios aparejara para ellos. Toda intrusión, o anhelo por reformar lo establecido por Dios, propone que los seres creados se sienten "dioses", y quieren enmendarle la plana a Dios, la vigencia de sus mandamientos y hasta su propósito. Y esta era la doctrina de los gnósticos, quienes suponían que eran seres "espirituales y esenciales" sintiendo que sus cuerpos mortales estaban fuera de la realidad, no tomando en cuenta el pecado de los tales por carecer de importancia, al considerarlos intrascendentes. Algo opuesto a lo que Dios enseña, manifestando que nuestros cuerpos mortales son templos en los que él habita, y que la salvación integral incluye al espíritu, alma y cuerpo que nos hace ser lo que somos (1Co.3:16-17; 6:17, 19-20; 1Ts.5:23). Los argumentos filosóficos-teológicos de los gnósticos deben ser desechados por lo que son: MENTIRAS ABERRANTES.
=== El andar en la verdad nos lleva necesariamente a la santificación de nuestro ser integral, ya que solamente de esa manera veremos la realidad divinal manifestándose en sus santos. Esta es LA VERDAD PERMANENTE Y PREVALECIENTE EN NOSOTROS, la cual no variará. Ella está vigente siempre con nosotros. Éstos son los que reciben la gracia (la totalidad de la obra divina a nuestro favor); la misericordia (que se renuevan cada mañana y que nos ayudan en el proceso transformativo de nuestra naturaleza, hasta alcanzar la talla regia correspondiente según Lamentaciones 3:21-24 y Romanos 12:1-3); y la paz (la plenitud de la satisfacción divina viviendo en nuestros corazones redimidos tras llenarnos de su justicia según Romanos 5:1-2). Es así que la PATERNIDAD DIVINA (implicando nuestra filiación), y el SEÑORÍO DE JESUCRISTO, COGOBERNANDO CON EL PADRE, nos es adjudicado, traduciéndose todo ello en una verdad operativa que es notoria por el amor que dispensamos a otros en el nombre de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/10/2017 MENSAJE # 2047
"El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad, a causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros: Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor".
=== La salutación juanina, llena siempre de paternal ternura, utiliza el simbolismo con el que él se comunicara con las iglesias locales, tomando como figura la familia y la amistad. Él es el anciano (presbuterus); la señora, es la localidad; y sus hijos, los miembros de la misma; destacando la pureza doctrinal y la fidelidad a la enseñanza apostólica, como la verdad esencial en la que caminaban, donde figurara el amor fraternal de una manera abierta, franca y genuina. Cuando el escritor sagrado se hallaba frente a una realidad espiritual que encumbrara a la localidad como tal, el apóstol no ocultaba su gozo; siguiendo la premisa clásica del Señor Jesús, relevando lo bueno y congratulándolo; tratando con posterioridad aquellas fallas que habían de ser corregidas con amor y firmeza. Todos los que fueran testigos del andar espiritual y escritural de los miembros de la congregación se solazaban por ello, y en los tiempos de terrible apostasía que ya se estuvieran sintiendo, resultaban un bálsamo para el equipo ministerial que acompañara al apóstol en su fluir, buscando solidificar la estructura eclesial con su correcta esfera gobernante, asegurando así un futuro glorioso.
=== La verdad, como doctrina estructural, es algo cuya naturaleza es lo permanente e invariable. El Padre eterno quiere cosas que sean trascendentes e inalterables en el contexto de las edades. Lo mudable o renovable o reformable, no muestra lo definitivo; sino lo transitorio, lo que apunta a algo que aún no ha cobrado una forma definitiva que satisface a Dios, y establece para sus escogidos el ámbito que Dios aparejara para ellos. Toda intrusión, o anhelo por reformar lo establecido por Dios, propone que los seres creados se sienten "dioses", y quieren enmendarle la plana a Dios, la vigencia de sus mandamientos y hasta su propósito. Y esta era la doctrina de los gnósticos, quienes suponían que eran seres "espirituales y esenciales" sintiendo que sus cuerpos mortales estaban fuera de la realidad, no tomando en cuenta el pecado de los tales por carecer de importancia, al considerarlos intrascendentes. Algo opuesto a lo que Dios enseña, manifestando que nuestros cuerpos mortales son templos en los que él habita, y que la salvación integral incluye al espíritu, alma y cuerpo que nos hace ser lo que somos (1Co.3:16-17; 6:17, 19-20; 1Ts.5:23). Los argumentos filosóficos-teológicos de los gnósticos deben ser desechados por lo que son: MENTIRAS ABERRANTES.
=== El andar en la verdad nos lleva necesariamente a la santificación de nuestro ser integral, ya que solamente de esa manera veremos la realidad divinal manifestándose en sus santos. Esta es LA VERDAD PERMANENTE Y PREVALECIENTE EN NOSOTROS, la cual no variará. Ella está vigente siempre con nosotros. Éstos son los que reciben la gracia (la totalidad de la obra divina a nuestro favor); la misericordia (que se renuevan cada mañana y que nos ayudan en el proceso transformativo de nuestra naturaleza, hasta alcanzar la talla regia correspondiente según Lamentaciones 3:21-24 y Romanos 12:1-3); y la paz (la plenitud de la satisfacción divina viviendo en nuestros corazones redimidos tras llenarnos de su justicia según Romanos 5:1-2). Es así que la PATERNIDAD DIVINA (implicando nuestra filiación), y el SEÑORÍO DE JESUCRISTO, COGOBERNANDO CON EL PADRE, nos es adjudicado, traduciéndose todo ello en una verdad operativa que es notoria por el amor que dispensamos a otros en el nombre de Dios.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 08/10/2017 MENSAJE # 2047
SI BIEN EL CIELO Y LA TIERRA PUEDEN PASAR, Y ESTÁ ESTABLECIDO QUE ASÍ SEA; LA PALABRA DE DIOS NO PASARÁ; SINO QUE HARÁ EXACTAMENTE LO PROGRAMADO POR LA DEIDAD PARA LA FELICIDAD DE SUS HIJOS Y SUS SIERVOS DONDEQUIERA QUE ESTÉN
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