LIMA - PERÚ VIERNES 06 DE OCTUBRE DEL 2017 MENSAJE # 2043
PRIMERA DE JUAN 2:15-17.
"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre".
=== El siempre puntual apóstol Juan, tras enseñarnos verdades básicas e importantes en lo concerniente a la comunión, con Dios y con los santos; y definir la vida victoriosa en sus tres niveles: de hijitos, padres y jóvenes; traza para todos ellos la línea de acción espiritual que corresponde a los iluminados en el panorama de la vida espiritual y regia en la que hemos de fluir para corroborar nuestra elección. Es por eso que nos ministra en una forma tal que no deja margen a la duda o a la iniciativa propia, regulando nuestro panorama relacional con las cosas de este siglo, refiriéndose al sistema de vida secular que no tiene en cuenta a Dios, y que pretende singularizar y personalizar cada vida "a su sazón". Para la rebeldía, la palabra libertad implica un anhelo por lo desbordante, un desboque por lo incierto y lo prohibido, y una falta de preocupación por las consecuencias al perder el sentido de la realidad, tornándose frívolos, dispersos y absurdos en el pensar y el obrar, distorsionándolo todo, fabulando con sus momentáneos placeres un sinl glorioso... ¿Quieres un engaño peor que ése?
=== Dado que el amor es una de las doctrinas básicas de las que Juan se ocupa en esta carta:
(I) De Dios para con nosotros;
(II) De nosotros para con nuestros hermanos;
(III) De nosotros para con la gente del mundo, y
(IV) De nosotros para con las cosas del mundo; él consideró fundamental el advertirnos sobre cómo todas estas cosas irían a gravitar en nuestro plano existencial; no ignorando el poder y la atracción del panorama secular para con aquellos que, al no atender a la vida espiritual como principio, se pueden dejar influir, persuadir y gobernar por el siglo presente, ganando sus corazones el tal en una forma tripartita:
(1) Queriendo complacer nuestros reprobables deseos o anhelos;
(2) Cediendo a la atracción por lo malo que vemos u observamos;
(3) Enorgulleciéndonos o gloriándonos por las cosas que poseemos.
=== El mundo al que Juan se refiere es al sistema que rige las vidas convencionales de quienes viven bajo los efectos anestésicos del engaño, asumiendo un estilo de vida agradable para quienes no son renacidos, y que se dejan deslumbrar por las glorias intermitentes que este sistema de vida y gobierno secular le ofrecen a las almas incautas, a los neófitos, y a los que se han dejado adormecer con el oropel de lo pasajero e intrascendente, suponiéndolo eterno en su mente finita y liliputiense. Así, pues, cualquiera que ama al mundo (sistema secular diabólicamente conceptuado, y diseñado como una trampa caza-bobos que cada día atrapa más incautos), demuestra a cabalidad que el amor del Padre no está ocupando el espacio que fuera diseñado en calidad de habitación divina, de donde él debiera gobernarnos. El apóstol concluye este pensamiento con una clara advertencia: El mundo pasa (como sistema) y sus deseos (como anzuelos, trampas y provocaciones; contraponiendo este hecho transitorio con la permanencia de la voluntad divina, la cual nos invita a la trascendencia siendo uno con la Deidad.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/10/2017 MENSAJE # 2043
"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre".
=== El siempre puntual apóstol Juan, tras enseñarnos verdades básicas e importantes en lo concerniente a la comunión, con Dios y con los santos; y definir la vida victoriosa en sus tres niveles: de hijitos, padres y jóvenes; traza para todos ellos la línea de acción espiritual que corresponde a los iluminados en el panorama de la vida espiritual y regia en la que hemos de fluir para corroborar nuestra elección. Es por eso que nos ministra en una forma tal que no deja margen a la duda o a la iniciativa propia, regulando nuestro panorama relacional con las cosas de este siglo, refiriéndose al sistema de vida secular que no tiene en cuenta a Dios, y que pretende singularizar y personalizar cada vida "a su sazón". Para la rebeldía, la palabra libertad implica un anhelo por lo desbordante, un desboque por lo incierto y lo prohibido, y una falta de preocupación por las consecuencias al perder el sentido de la realidad, tornándose frívolos, dispersos y absurdos en el pensar y el obrar, distorsionándolo todo, fabulando con sus momentáneos placeres un sinl glorioso... ¿Quieres un engaño peor que ése?
=== Dado que el amor es una de las doctrinas básicas de las que Juan se ocupa en esta carta:
(I) De Dios para con nosotros;
(II) De nosotros para con nuestros hermanos;
(III) De nosotros para con la gente del mundo, y
(IV) De nosotros para con las cosas del mundo; él consideró fundamental el advertirnos sobre cómo todas estas cosas irían a gravitar en nuestro plano existencial; no ignorando el poder y la atracción del panorama secular para con aquellos que, al no atender a la vida espiritual como principio, se pueden dejar influir, persuadir y gobernar por el siglo presente, ganando sus corazones el tal en una forma tripartita:
(1) Queriendo complacer nuestros reprobables deseos o anhelos;
(2) Cediendo a la atracción por lo malo que vemos u observamos;
(3) Enorgulleciéndonos o gloriándonos por las cosas que poseemos.
=== El mundo al que Juan se refiere es al sistema que rige las vidas convencionales de quienes viven bajo los efectos anestésicos del engaño, asumiendo un estilo de vida agradable para quienes no son renacidos, y que se dejan deslumbrar por las glorias intermitentes que este sistema de vida y gobierno secular le ofrecen a las almas incautas, a los neófitos, y a los que se han dejado adormecer con el oropel de lo pasajero e intrascendente, suponiéndolo eterno en su mente finita y liliputiense. Así, pues, cualquiera que ama al mundo (sistema secular diabólicamente conceptuado, y diseñado como una trampa caza-bobos que cada día atrapa más incautos), demuestra a cabalidad que el amor del Padre no está ocupando el espacio que fuera diseñado en calidad de habitación divina, de donde él debiera gobernarnos. El apóstol concluye este pensamiento con una clara advertencia: El mundo pasa (como sistema) y sus deseos (como anzuelos, trampas y provocaciones; contraponiendo este hecho transitorio con la permanencia de la voluntad divina, la cual nos invita a la trascendencia siendo uno con la Deidad.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 06/10/2017 MENSAJE # 2043
ES IMPRESCINDIBLE QUE TENGAMOS UNA IMPRESIÓN MUY CLARA Y EXACTA SOBRE LAS ATRACCIONES DEL MUNDO SECULAR, Y EL PELIGRO QUE REPRESENTA PARA NOSOTROS EL IGNORARLAS COMO ENEMIGAS Y COMO TRAMPAS QUE PUEDEN APARTARNOS DEL DIOS VIVO Y DE SU FAVOR. ¡DESPERTEMOS AMADOS HERMANOS!
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