LIMA - PERÚ MARTES 31 DE OCTUBRE DEL 2017 MENSAJE # 2093
PROVERBIOS 3:1-8.
"Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinion ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Yahweh de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia, Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Yahweh, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos".
=== Un padre de familia en la nación israelita se constituye en un instructor responsable de la fe de su núcleo familiar; y en el caso de la instrucción para los hijos e hijas estas deben ser hechas desde que están en el vientre de su madre, orando sobre ellos en el seno materno y recitándole el Shema Israel, para que el nombre de Yahweh sea su primer contacto fonético con la realidad de la Palabra que habría de dirigir sus pasos en todo lo que emprenda, trayendo sobre sí las bendiciones del Altísimo. La prioridad A1 es el tener presidido el corazón y la mente con la Torah o Instrucción divina, cuyos principios son la base sólida en la que todo lo demás se fundamenta, o tiene su asidero. El autor asocia la vida longeva, y el disfrute diario de las dádivas divinas, como las realidades célico-pedestres en los que la familia de Dios vive, gozándose inmensamente del favor que de arriba proviene. La misericordia, es el deleitarse del amor divino que cada día el Padre derrama, que hace las veces de su provisión para mantenernos en su comunión en medio de nuestras fragilidades, permitiendo que la verdad divinal pueda ser intuida y gozada plenamente por cada creyente. El collar en el cuello es una señal de dignidad, un sentido de pertenencia, y el círculo de obediencia en la que caminamos con el fin de agradar a Dios con todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Ver en nuestro corazón la ley escrita, es manejarnos por el principio que apunta a una total santificación, al cubrimiento del propósito divinal; y la suma de estos dos, actuando en nosotros, propone el balance tripartito que nos hace aceptos ante el Padre por las virtudes del Amado, como una fuerza que actúa poderosamente en nosotros.
=== La continuidad sin pausa en este andar ejemplar, nos dará la opción para hallar la gracia; esto es un plano de aceptación ante los demás por las virtudes que en nosotros observan, como solemos decir en Latinoamérica: "Es que les cayó en gracia", al referirse a la aprobación que de otros conseguimos al mostrar de qué estamos adornados por las divinas virtudes con las que el Padre nos adornara (Ez.16:14); como pasara con Ester, que siempre se ganaba la simpatía de quienes la veían (Est.2:15). La gracia y la buena opinión no son casualidades; sino que obedecen a una línea conductual que hace que todos nos aprecien; tanto el Padre, como la gente. Debo acotar que este es un don rarísimo, pero que el Señor sabe poner en determinadas personas para darles una singularidad que otros puedan reconocer, separándonos así de la opinión general que nos hiciera parte del montón. Este contacto peculiar con Dios (Recordemos cómo el Padre puso en Juan la CONSENSUALIDAD QUE UNIERA LAS GENERACIONES PARA MANTENERLAS EN EL PLANO DE LA PROMESA, Y DISPONER SUS CORAZONES PARA ACEPTAR EL REINO DE LOS CIELOS). Y de aquí, se nos propone la segura fianza en Dios, la misma que nos despojara de la que ya habíamos desarrollado y que supusiéramos perfecta, y nos sintiéramos como Pablo ante los hermanos corintios, descubriendo que el poder de Dios se perfecciona en medio de nuestras debilidades, y no en el de nuestros puntos fuertes.
=== Dado que la vida cristiana es catalogada como un peregrinar, y no el de exhibir nuestros trofeos en el museo de la auto aceptación; habremos de dar pasos lentos, seguros y específicos, de modo que Yahweh enderece nuestras veredas en el panorama de su aceptación. Así, pues, eliminada la jactancia y la auto suficiencia, se descubrirá el cómo honramos a Dios con nuestros hechos y nuestras palabras (que componen nuestros intentos); y el mal se encontrará bien lejos de nosotros. Y aun nuestros cuerpos, saludables y dispuestos para todo, darán testimonio de la bondad que nos domina, percibiendo esa dulce sensación de "huesos refrigerados"; vale decir del gozo y la satisfacción que sentimos tripartitamente, con aquella vida esencial que santifica nuestro ser integral (1Ts.5:23).
"Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinion ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Yahweh de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia, Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; teme a Yahweh, y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos".
=== Un padre de familia en la nación israelita se constituye en un instructor responsable de la fe de su núcleo familiar; y en el caso de la instrucción para los hijos e hijas estas deben ser hechas desde que están en el vientre de su madre, orando sobre ellos en el seno materno y recitándole el Shema Israel, para que el nombre de Yahweh sea su primer contacto fonético con la realidad de la Palabra que habría de dirigir sus pasos en todo lo que emprenda, trayendo sobre sí las bendiciones del Altísimo. La prioridad A1 es el tener presidido el corazón y la mente con la Torah o Instrucción divina, cuyos principios son la base sólida en la que todo lo demás se fundamenta, o tiene su asidero. El autor asocia la vida longeva, y el disfrute diario de las dádivas divinas, como las realidades célico-pedestres en los que la familia de Dios vive, gozándose inmensamente del favor que de arriba proviene. La misericordia, es el deleitarse del amor divino que cada día el Padre derrama, que hace las veces de su provisión para mantenernos en su comunión en medio de nuestras fragilidades, permitiendo que la verdad divinal pueda ser intuida y gozada plenamente por cada creyente. El collar en el cuello es una señal de dignidad, un sentido de pertenencia, y el círculo de obediencia en la que caminamos con el fin de agradar a Dios con todo lo que pensamos, decimos y hacemos. Ver en nuestro corazón la ley escrita, es manejarnos por el principio que apunta a una total santificación, al cubrimiento del propósito divinal; y la suma de estos dos, actuando en nosotros, propone el balance tripartito que nos hace aceptos ante el Padre por las virtudes del Amado, como una fuerza que actúa poderosamente en nosotros.
=== La continuidad sin pausa en este andar ejemplar, nos dará la opción para hallar la gracia; esto es un plano de aceptación ante los demás por las virtudes que en nosotros observan, como solemos decir en Latinoamérica: "Es que les cayó en gracia", al referirse a la aprobación que de otros conseguimos al mostrar de qué estamos adornados por las divinas virtudes con las que el Padre nos adornara (Ez.16:14); como pasara con Ester, que siempre se ganaba la simpatía de quienes la veían (Est.2:15). La gracia y la buena opinión no son casualidades; sino que obedecen a una línea conductual que hace que todos nos aprecien; tanto el Padre, como la gente. Debo acotar que este es un don rarísimo, pero que el Señor sabe poner en determinadas personas para darles una singularidad que otros puedan reconocer, separándonos así de la opinión general que nos hiciera parte del montón. Este contacto peculiar con Dios (Recordemos cómo el Padre puso en Juan la CONSENSUALIDAD QUE UNIERA LAS GENERACIONES PARA MANTENERLAS EN EL PLANO DE LA PROMESA, Y DISPONER SUS CORAZONES PARA ACEPTAR EL REINO DE LOS CIELOS). Y de aquí, se nos propone la segura fianza en Dios, la misma que nos despojara de la que ya habíamos desarrollado y que supusiéramos perfecta, y nos sintiéramos como Pablo ante los hermanos corintios, descubriendo que el poder de Dios se perfecciona en medio de nuestras debilidades, y no en el de nuestros puntos fuertes.
=== Dado que la vida cristiana es catalogada como un peregrinar, y no el de exhibir nuestros trofeos en el museo de la auto aceptación; habremos de dar pasos lentos, seguros y específicos, de modo que Yahweh enderece nuestras veredas en el panorama de su aceptación. Así, pues, eliminada la jactancia y la auto suficiencia, se descubrirá el cómo honramos a Dios con nuestros hechos y nuestras palabras (que componen nuestros intentos); y el mal se encontrará bien lejos de nosotros. Y aun nuestros cuerpos, saludables y dispuestos para todo, darán testimonio de la bondad que nos domina, percibiendo esa dulce sensación de "huesos refrigerados"; vale decir del gozo y la satisfacción que sentimos tripartitamente, con aquella vida esencial que santifica nuestro ser integral (1Ts.5:23).
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 31/10/2017 MENSAJE # 2093.
TENEMOS, LOS PADRES, LA MAGNA TAREA DE INSTRUIR A NUESTROS HIJOS EN LAS VIRTUDES DE LA OBEDIENCIA A LA TORAH, A LOS PRINCIPIOS ESCRITURALES QUE NORMARÁN NUESTRA EXISTENCIA Y LA HARÁN FRUCTÍFERA Y AGRADABLE A DIOS, Y UNA BENDICIÓN PARA EL GÉNERO HUMANO.
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