LIMA - PERÚ VIERNES 13 DE OCTUBRE DEL 2017 MENSAJE # 2057
SEGUNDA DE REYES 4:1-7.
"Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciéndole: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Yahweh; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos como siervos. Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en tu casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve, y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y eneciérrate tú y tus hijos, y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta, encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, y le contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores, y tú y tus hijos vivid de lo que quede".
=== Esta porción de la palabra nos muestra cómo vivían los profetas, y las dificultades que podrían presentarse si no se administraban los bienes con juicio. Y esta señora que visitaba a Eliseo en esta ocasión, solicitaba del profeta una solución para su predicamento: ¿Era el profeta Eliseo el seguro social, o el presidente de alguna institución de caridad? ¡Para nada! Pero dada la circunstancia él consideró la posibilidad de hacer algo para ayudar a esta viuda y sus huérfanos, quienes se encontraban inhábiles para cancelar las deudas contraídas mientras el esposo viviera, y el profeta inquiere: ¿Qué haré yo? Y es en ese instante que Yahweh comienza a operar en la mente de Eliseo, el cual solicita de la dama visitante que le declare que tenía ella en casa. La manera en la que respondemos a las ionterrogantes que se nos hacen, dan por sentado que no hay soluciones a la mano (¿A quién se parecerá esta viuda? ¡A muchos de nosotros!): Prestemos atención a lo que ella dijo: "Tu sierva NINGUNA COSA TIENE EN CASA... sino UNA VASIJA DE ACEITE" (2r.4:3b). Mis observadores lectores jamás contestarían así... ¿O sí? Porque Dios quiere ver la disposición de nuestro corazón en momentos críticos. ¿Recuerdan lo de los panes y los peces en aquel apartado lugar frente al lago de Genesaret? Hubiéramos querido estar allí para aplicarle un puntapié a Andrés que trajo la friolera de cinco panes y dos pececillos para alimentar ¡a más de cinco mil personas! Y Jesús hizo el resto. y los milagrosos incrementos se echaron de ver en el ministerio de Eliseo en más de una ocasión, por eso a él no le interesó la fortuna que traía Naamán el sirio para "comprar su sanidad".
=== Al saber Eliseo que contaba con algo tan apreciable como el minúsculo cuenco de aceite, se encendió el foquito en su mente y corazón, y se lo prestó a la viuda para que lo usara en la intimidad de su casa, permitiendo que sus hijos fueran sus testigos y los colaboradores del fabuloso milagro que estaban a punto de contemplar. En lo concerniente a la fe, hemos de habituarnos a seguir las indicaciones que el varón de Dios nos impartiera; no entrampando nuestras mentes con posibles dudas, y sesudas limitaciones; dejando que Dios opere a su sazón, de modo que podamos dsfrutar los resultados. Y es así como el Señor utiliza sus instrumentos, y a la buena disposición de la viuda se añade la labor de los hijos, los vecinos que prestan vasijas vacías, la intimidad de la habitación en la que Dios gusta obrar, y el continuo solicitar a sus hijos que le pasen otra vasija; hasta que se escuchan aquellas palabras que cierran la bendición para que nada se desperdicie, porque el Padre no gusta del derroche o el despilfarro, obrando justamente: "Y él dijo: NO HAY MÁS VASIJAS... Entonces CESÓ EL ACEITE" (2R.4:5). Es cuando no cabe más que la bendición de Dios se inhibe. Los dadores continuos no saben de bendiciones detenidas o trabadas, convirtiéndose los tales en los canales a través de los cuales el Señor dispensa su bondad ininterrumpidamente.
=== Al volver la viuda al seguro social profético, éste le indicó que debía hacer con la riqueza acumulada. Eliseo le dijo: Ve y vende el aceite. Imagínate que la mujer hubiera dicho: Ay, no varón de Dios; a mi me da vergüenza vender aceite en la calle u ofrecerlo a las tiendas. ¿Qué pensará de mí la gente? ¡Qué eres una comerciante legal; y no una muerta de hambre con dos hijos esclavos! Resulta penoso decir que muchos queremos ponerle condiciones al Padre. Agradecemos a Dios que la viuda no se puso tan exquisita, y al ver la fortuna que Dios había puesto en sus manos, se solazó en gran manera; dejó su tensión emocional, su preocupación y sus miedos; y los cambió en confianza, gozo y buena voluntad para con sus vecinos, quienes no llamaran a la Superintendencia de Administración tributaria para acusarla de estar lavando activos del narcotráfico, o de enriquecimiento ilícito. Aprendamos a gozarnos del éxito ajeno, y a recibir las bondades del Padre con la alegría de corazón correspondiente a los santos que profesan piedad.
SEGUNDA DE REYES 4:1-7.
"Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciéndole: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Yahweh; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos como siervos. Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en tu casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. Él le dijo: Ve, y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. Entra luego, y eneciérrate tú y tus hijos, y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta, encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. Vino ella luego, y le contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores, y tú y tus hijos vivid de lo que quede".
=== Esta porción de la palabra nos muestra cómo vivían los profetas, y las dificultades que podrían presentarse si no se administraban los bienes con juicio. Y esta señora que visitaba a Eliseo en esta ocasión, solicitaba del profeta una solución para su predicamento: ¿Era el profeta Eliseo el seguro social, o el presidente de alguna institución de caridad? ¡Para nada! Pero dada la circunstancia él consideró la posibilidad de hacer algo para ayudar a esta viuda y sus huérfanos, quienes se encontraban inhábiles para cancelar las deudas contraídas mientras el esposo viviera, y el profeta inquiere: ¿Qué haré yo? Y es en ese instante que Yahweh comienza a operar en la mente de Eliseo, el cual solicita de la dama visitante que le declare que tenía ella en casa. La manera en la que respondemos a las ionterrogantes que se nos hacen, dan por sentado que no hay soluciones a la mano (¿A quién se parecerá esta viuda? ¡A muchos de nosotros!): Prestemos atención a lo que ella dijo: "Tu sierva NINGUNA COSA TIENE EN CASA... sino UNA VASIJA DE ACEITE" (2r.4:3b). Mis observadores lectores jamás contestarían así... ¿O sí? Porque Dios quiere ver la disposición de nuestro corazón en momentos críticos. ¿Recuerdan lo de los panes y los peces en aquel apartado lugar frente al lago de Genesaret? Hubiéramos querido estar allí para aplicarle un puntapié a Andrés que trajo la friolera de cinco panes y dos pececillos para alimentar ¡a más de cinco mil personas! Y Jesús hizo el resto. y los milagrosos incrementos se echaron de ver en el ministerio de Eliseo en más de una ocasión, por eso a él no le interesó la fortuna que traía Naamán el sirio para "comprar su sanidad".
=== Al saber Eliseo que contaba con algo tan apreciable como el minúsculo cuenco de aceite, se encendió el foquito en su mente y corazón, y se lo prestó a la viuda para que lo usara en la intimidad de su casa, permitiendo que sus hijos fueran sus testigos y los colaboradores del fabuloso milagro que estaban a punto de contemplar. En lo concerniente a la fe, hemos de habituarnos a seguir las indicaciones que el varón de Dios nos impartiera; no entrampando nuestras mentes con posibles dudas, y sesudas limitaciones; dejando que Dios opere a su sazón, de modo que podamos dsfrutar los resultados. Y es así como el Señor utiliza sus instrumentos, y a la buena disposición de la viuda se añade la labor de los hijos, los vecinos que prestan vasijas vacías, la intimidad de la habitación en la que Dios gusta obrar, y el continuo solicitar a sus hijos que le pasen otra vasija; hasta que se escuchan aquellas palabras que cierran la bendición para que nada se desperdicie, porque el Padre no gusta del derroche o el despilfarro, obrando justamente: "Y él dijo: NO HAY MÁS VASIJAS... Entonces CESÓ EL ACEITE" (2R.4:5). Es cuando no cabe más que la bendición de Dios se inhibe. Los dadores continuos no saben de bendiciones detenidas o trabadas, convirtiéndose los tales en los canales a través de los cuales el Señor dispensa su bondad ininterrumpidamente.
=== Al volver la viuda al seguro social profético, éste le indicó que debía hacer con la riqueza acumulada. Eliseo le dijo: Ve y vende el aceite. Imagínate que la mujer hubiera dicho: Ay, no varón de Dios; a mi me da vergüenza vender aceite en la calle u ofrecerlo a las tiendas. ¿Qué pensará de mí la gente? ¡Qué eres una comerciante legal; y no una muerta de hambre con dos hijos esclavos! Resulta penoso decir que muchos queremos ponerle condiciones al Padre. Agradecemos a Dios que la viuda no se puso tan exquisita, y al ver la fortuna que Dios había puesto en sus manos, se solazó en gran manera; dejó su tensión emocional, su preocupación y sus miedos; y los cambió en confianza, gozo y buena voluntad para con sus vecinos, quienes no llamaran a la Superintendencia de Administración tributaria para acusarla de estar lavando activos del narcotráfico, o de enriquecimiento ilícito. Aprendamos a gozarnos del éxito ajeno, y a recibir las bondades del Padre con la alegría de corazón correspondiente a los santos que profesan piedad.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 13/10/2017 MENSAJE # 2057
LA PROVIDENCIA DIVINA, A TRAVÉS DEL MINISTERIO PROFÉTICO, DEL MESIÁNICO CON JESÚS, Y DE LO QUE DIOS VIENE HACIENDO EN NUESTRA ÉPOCA; NO DEBEN SER NEGADOS, DEJANDO QUE EL PADRE FLUYA DE ACUERDO A SU VOLUNTAD: DE CIERTO TE BENDECIRÉ, Y SERÁS BENDICIÓN.
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