EL DESECHAMIENTO DE TODOS LOS ÍDOLOS HA DE HACERSE DE MANERA RADICAL, CONVIRTIENDO SU RECUERDO Y SUS REPRESENTACIONES EN COSAS TAN DELEZNABLES Y ABERRANTES, QUE NUESTRO CORAZÓN NO QUIERA VOLVERSE A ELLOS NUNCA MÁS. EL QUEMAR, EL DERRIBAR, Y EL CONVERTIR EN CLOACAS LOS LUGARES DE REUNIÓN DE LOS TIEMPOS IDOLÁTRICOS, MARCARÁN NUESTRA AUTO DETERMINACIÓN CON LA RADICALIDAD QUE EXIGE NUESTRA ADORACIÓN AL DIOS VIVO.

LIMA - PERÚ     MARTES 31 DE OCTUBRE DEL 2017           MENSAJE # 2094

MEDITACIONES VARIAS

Segunda de Reyes 10:27.

"Y quemaron la estatua de Baal, y derribaron el templo de Baal, y lo convirtieron en letrinas hasta hoy".

=== Todo decaimiento en la vida cristiana, de una nueva y vana consagración a dioses ajenos que comienzan a presidir nuestra vida, atrayendo no una mejor o mayor bendición, sino haciendo -aparentemente- más fácil nuestra existencia, placentera y relajada, es un burdo engaño.

=== La prostitución idolátrica, involucra dedicación a la forma de ser y de fluir de los nuevos dioses, los mismos que piden menos y dan más (sobre todo en licencias y disolución), y aunque se porten engañosa o desdeñosamente, todo se vuelve a reacomodar con asistir a sus festividades patronales, o el moverse en sus incomprensibles tradiciones (burdas imitaciones de las festividades divinas proclamadoras de redención.

=== Cuando por un acto de misericordia el Señor alumbra nuestro entendimiento respecto a nuestro engaño; no basta con pedir perdón o rechazar circunstancialmente los requerimientos de nuestra vida réproba; ES NECESARIO DESTRUIR SU MEMORIA Y DERRIBAR SUS ALTARES; haciéndolos tan abominables para nuestra nueva vida en Cristo, que no solamente experimentaremos el rechazo, sino el REPUDIO POR TODO LO REFERENTE A ELLOS.

=== Nuestra nueva vocación espiritual ha de tornarse una permanente afrenta para con nuestros ex-dioses, de modo tal que nunca más vuelvan a levantarse en nuestras vidas como cosa de estima; sino como entidades aberrantes o cosas repugnantes.

=== La vida espiritual, llena de la presencia de Cristo, suele "laxar" al antiguo dios vientre, erradicando todo lo que no proviene de Dios, recuperando cada parte de nuestros corazones para ser nuevamente habitados por el Señor, extendiendo progresivamente su reino en nosotros.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA        31/10/2017          MENSAJE # 2094