viernes, 27 de octubre de 2017

EL LLAMAMIENTO MINISTERIAL DE CUALQUIER ÍNDOLE NO PUEDE SER REHUSADO SIN DESAGRADAR A DIOS. ÉL ESTÁ CONSCIENTE DE NUESTRA ELECCIÓN, Y SE HARÁ CARGO DE UNGIRNOS Y EQUIPARNOS PARA QUE ÉL OBTENGA EL RESULTADO ESPERADO, Y NOSOTROS NOS DISPONGAMOS PARA QUE ELLO SE EFECTÚE CON NUESTRA MÁS ABSOLUTA COLABORACIÓN.

LIMA - PERÚ      VIERNES 27 DE OCTUBRE DEL 2017         MENSAJE # 2086

MEDITACIONES VARIAS

Primera de Reyes 19:19.

"Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto".

=== La elección divina no avisa; pero se hace notorio que la misma viene sobre vidas que no están totalmente desligadas de sus labores naturales.

=== El llamamiento implica un reto; especialmente si uno sentía que tenía una existencia organizada y definida, habiendo "presupuestado" nuestra vida.

=== Pero la elección divina llega, totalmente inoportuna, desarticulando nuestra vida social, de estudios, sentimental, o de cualquier otra índole.

=== Su llegada produce una crisis imposible de postergar, definiendo en el acto nuestro futuro: Haciendo la voluntad de Dios y sirviéndole enteramente; o rechazando el llamamiento, y postergando nuestra obediencia, con el consiguiente resultado catastrófico.

=== Del mismo modo que Hernán Cortés quemara sus naves para no volverse atrás, e impedírselo a sus hombres; así Elíseo desmenuzó e hizo humo lo que hubiera sido su seguridad futura de haber decidido volver (1R.19:21).

=== Elíseo descubrió desde muchos siglos atrás lo que Jesús refrendaría: "Ninguno que poniendo su mano en el arado MIRA HACIA ATRÁS, es apto para el reino de Dios" (Lc.9:62).

=== El servicio que rendiremos a Dios no es ocasional u opcional; implica un compromiso vital y único; un hecho concreto que involucra todo el tiempo de nuestra peregrinación.

=== Los trabajos ocasionales son propios de cuervos o de asnas que hablan; de espías furtivos o de apóstoles traidores. Pero los que hemos sido llamados al ministerio parlante, o de ayuda y administración; no pensamos por cuánto tiempo será; entendemos que ello es la sazón de nuestras vidas; nunca pensamos en nuestra jubilación, sino EN AGRADAR A DIOS.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA          27/10/2017        MENSAJE # 2086

1 comentario:

  1. NUESTRO LLAMAMIENTO AL MINISTERIO DEBE SER ADMITIDO CON LA MISMA CELERIDAD CON LA QUE SE NOS TRANSMITE EL TAL. ÉSTE LLEGA COMO UN DESAFÍO PARA TODO AQUEL QUE LO RECIBE, Y NO FUERON POCOS LOS QUE SE SENTÍAN INAPTOS O INADECUADOS PARA TAL PRIVILEGIO; HASTA QUE EL PADRE HIZO PESAR SOBRE NOSOTROS EL PESO DE GLORIA CORRESPONDIENTE, Y LE DIJIMOS AMÉN, Y FUIMOS TRAS DE ÉL.

    ResponderEliminar