LIMA - PERÚ SÁBADO 07 DE OCTUBRE DEL 2017 MENSAJE # 2045
PRIMERA DE SAMUEL 2:30, 32a, 35; 3:1.
"Por tanto, Yahweh el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tú y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Yahweh: Nunca yo tal haga; porque yo honraré a los que honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco... Verás tu casa humillada, mientras que Dios colma de bienes a Israel... Y yo me suscitaré un sacerdote fiel que haga conforme a mi corazón y a mi alma;y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días... El joven Samuel ministraba a Yahweh en presencia de Elí; y la palabra de Yahweh escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia".
=== La dura infelicidad de Ana, esposa de Elcana, por su esterilidad; el dolor que le ocasionaba Penina por ello, llevó a la susodicha a derramar su alma delante de Yahweh, recibiendo una reprimenda de parte de Elí, el sumo sacerdote; y luego una bendición para que Dios le concediera su petición. De todas estas cuestiones está lleno el primer capítulo, y del cambio radical que operara en Ana para hacer factible su maternidad, y su dedicación posterior de su hijo primogénito: Samuel; que era la forma como Dios sacaría a Israel de su total desolación, levantando a este niño, quien viniera de modo sobrenatural para interpretar con justicia el corazón de Dios, constituyéndose en un profeta que fuera respetado por todos por causa de su fidelidad. En contraposición, el sumo sacerdote Elí tenía a dos hijos que desdecían su elección y llamamiento, llevando a la nación hebrea a una debacle total, debido a su corrupción, que ellos suponían eterna porque no conocían a Dios, como la mayoría de políticos, congresistas, jueces y policías, y todos los que tenían una autoridad creada por el Padre para el balance y la justicia entre todos los que conformaran el pueblo judío, y las naciones en general que, sin tener las mismas directivas, debían mantener su gobernabilidad para su propia estabilidad política, social, económica y religiosa.
=== Las ofertas divinas, no perennizadas por su juramento, están sujetas a cambio si la forma pactual disfunciona (no de parte de Dios, sino de sus asociados en el plano pedestre); y es esto lo que el Padre le hace recordar a Elí, descendiente de Aarón, quien no considerara la necesidad de proseguir la tarea sacerdotal con una descendencia preparada para agradar a Dios todo el tiempo de su peregrinación. Dios no te pone en autoridad para que hagas lo que se te antoje; sino para que interpretes y hagas su voluntad, la misma que hace prosperar su propósito ejecutándolo según su beneplácito. Y la promesa que un día oyera el sacerdote deficitario, se ve cambiada por un "NUNCA YO TAL HAGA"; demandando la honra debida a su nombre; no siendo el desprecio o el deshonor parte de su plano relacional; y la descendencia de Elí (consentidos pasivamente por él, convirtiéndose en un voluntario compinche de esos hacedores de maldades que eran sus hijos), había denigrado total y brutalmente las ofrendas que devotamente el pueblo le ofrecía a Yahweh, comportándose del modo más irreverente y profano, el cual traería el juicio sobre su casa o descendencia. ¡Yo sé que estas cosas no les pasa a mis lectores; mas en otros lugares, sí pasa! Y es por eso que cuando Yahweh busca comunicarse con Samuel, le dice: "Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. Por tanto, yo he JURADO a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí NO SERÁ EXPIADA JAMÁS, ni con sacrificios ni con ofrendas" (1S.3:12-14).
=== La palabra CASA equivale aquí a DESCENDENCIA. Y lo irónico de todo esto es que el sacerdote vería las bendiciones sobre el pueblo, y ÉL NO LAS RECIBIRÍA, porque el Padre es altamente selectivo y justo, decidiendo sacar del sacerdocio a Elí y su prole; siendo tanto así, que el Señor eligió al niño venido sobrenaturalmente para ser su sacerdote, profeta, caudillo y juez del pueblo de Dios. ¡Imagínate qué tal peso sobre los hombros de una sola persona! Aparte de tener que hacerse cargo de un sacerdocio decadente que suspirará por un trozo de pan, habiendo de habilitar un espacio para ellos como una señal caritativa, mientras el reino fuera introducido. La mención del capítulo 3 pinta de cuerpo entero la miseria espiritual de la nación hebrea, pero sobre todo la de su líder espiritual, quien se estaba quedando completamete ciego en lo natural; porque en lo espiritual, hacía tiempo que Elí NO LA VEÍA. El dedicado Samuel se convirtió en el obligado nexo entre las realidades espirituales que sí provenían de Dios, y este pueblo redimido de aquel sacerdocio caduco, obsoleto y perverso, que no debía ser mantenido un minuto más en autoridad. La frecuencia de las comunicaciones divinas seguían siendo las mismas, pero por las líneas abiertas que mantenían la recepción a través de su sacerdote ungido conforme a su corazón.
"Por tanto, Yahweh el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tú y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Yahweh: Nunca yo tal haga; porque yo honraré a los que honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco... Verás tu casa humillada, mientras que Dios colma de bienes a Israel... Y yo me suscitaré un sacerdote fiel que haga conforme a mi corazón y a mi alma;y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días... El joven Samuel ministraba a Yahweh en presencia de Elí; y la palabra de Yahweh escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia".
=== La dura infelicidad de Ana, esposa de Elcana, por su esterilidad; el dolor que le ocasionaba Penina por ello, llevó a la susodicha a derramar su alma delante de Yahweh, recibiendo una reprimenda de parte de Elí, el sumo sacerdote; y luego una bendición para que Dios le concediera su petición. De todas estas cuestiones está lleno el primer capítulo, y del cambio radical que operara en Ana para hacer factible su maternidad, y su dedicación posterior de su hijo primogénito: Samuel; que era la forma como Dios sacaría a Israel de su total desolación, levantando a este niño, quien viniera de modo sobrenatural para interpretar con justicia el corazón de Dios, constituyéndose en un profeta que fuera respetado por todos por causa de su fidelidad. En contraposición, el sumo sacerdote Elí tenía a dos hijos que desdecían su elección y llamamiento, llevando a la nación hebrea a una debacle total, debido a su corrupción, que ellos suponían eterna porque no conocían a Dios, como la mayoría de políticos, congresistas, jueces y policías, y todos los que tenían una autoridad creada por el Padre para el balance y la justicia entre todos los que conformaran el pueblo judío, y las naciones en general que, sin tener las mismas directivas, debían mantener su gobernabilidad para su propia estabilidad política, social, económica y religiosa.
=== Las ofertas divinas, no perennizadas por su juramento, están sujetas a cambio si la forma pactual disfunciona (no de parte de Dios, sino de sus asociados en el plano pedestre); y es esto lo que el Padre le hace recordar a Elí, descendiente de Aarón, quien no considerara la necesidad de proseguir la tarea sacerdotal con una descendencia preparada para agradar a Dios todo el tiempo de su peregrinación. Dios no te pone en autoridad para que hagas lo que se te antoje; sino para que interpretes y hagas su voluntad, la misma que hace prosperar su propósito ejecutándolo según su beneplácito. Y la promesa que un día oyera el sacerdote deficitario, se ve cambiada por un "NUNCA YO TAL HAGA"; demandando la honra debida a su nombre; no siendo el desprecio o el deshonor parte de su plano relacional; y la descendencia de Elí (consentidos pasivamente por él, convirtiéndose en un voluntario compinche de esos hacedores de maldades que eran sus hijos), había denigrado total y brutalmente las ofrendas que devotamente el pueblo le ofrecía a Yahweh, comportándose del modo más irreverente y profano, el cual traería el juicio sobre su casa o descendencia. ¡Yo sé que estas cosas no les pasa a mis lectores; mas en otros lugares, sí pasa! Y es por eso que cuando Yahweh busca comunicarse con Samuel, le dice: "Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. Por tanto, yo he JURADO a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí NO SERÁ EXPIADA JAMÁS, ni con sacrificios ni con ofrendas" (1S.3:12-14).
=== La palabra CASA equivale aquí a DESCENDENCIA. Y lo irónico de todo esto es que el sacerdote vería las bendiciones sobre el pueblo, y ÉL NO LAS RECIBIRÍA, porque el Padre es altamente selectivo y justo, decidiendo sacar del sacerdocio a Elí y su prole; siendo tanto así, que el Señor eligió al niño venido sobrenaturalmente para ser su sacerdote, profeta, caudillo y juez del pueblo de Dios. ¡Imagínate qué tal peso sobre los hombros de una sola persona! Aparte de tener que hacerse cargo de un sacerdocio decadente que suspirará por un trozo de pan, habiendo de habilitar un espacio para ellos como una señal caritativa, mientras el reino fuera introducido. La mención del capítulo 3 pinta de cuerpo entero la miseria espiritual de la nación hebrea, pero sobre todo la de su líder espiritual, quien se estaba quedando completamete ciego en lo natural; porque en lo espiritual, hacía tiempo que Elí NO LA VEÍA. El dedicado Samuel se convirtió en el obligado nexo entre las realidades espirituales que sí provenían de Dios, y este pueblo redimido de aquel sacerdocio caduco, obsoleto y perverso, que no debía ser mantenido un minuto más en autoridad. La frecuencia de las comunicaciones divinas seguían siendo las mismas, pero por las líneas abiertas que mantenían la recepción a través de su sacerdote ungido conforme a su corazón.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 07/10/2017 MENSAJE # 2045.
DURANTE LAS FASES CRÍTICAS, EN EL CAMPO MINISTERIAL, HAY QUE MANEJAR CON MUCHO TINO TODO LO INHERENTE AL DIBVINO FLUIR, PARA NO CONVERTIRNOS EN CÓMPLICES DE QUIENES NO ESTÁN HONRANDO A DIOS, Y ESTÁN BUSCANDO EL JUICIO DIVINO.
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