LIMA - PERÚ JUEVES 16 DE NOVIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 2125
OSEAS 14:1-4, 9.
"Vuelve, oh Israel, a Yahweh tu Dios, porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Yahweh, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. No nos librará el asirio; no montaremos en caballos; ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia. Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia, porque mi ira se apartó de ellos... ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Yahweh son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos".
=== El libro de Oseas está pletórico de palabras y hechos que nos muestran la naturaleza de Israel, y su flagrante y continua traición contra el Dios verdadero, en la misma que Yahweh es afrentado en su calidad de Cónyuge de la nación escogida, la cual es vista en su desnudez, por lo que será acusada de adulterio y prostitución. Lo primero, es por su infidelidad al amor divino, hiriendo profunda y mortalmente el corazón de la Deidad; y lo segundo, porque después de haberse apartado de su legítimo compromiso, no dudó en involucrarse con otros (refiriéndome aquí a los ídolos) hasta una total degradación que la condujera hasta el mercado de esclavos, dando con ello a entender que no podía caer más bajo en su impiedad. es en esta condición que Yahweh se comunica con Oseas para que éste procure recuperar a su ex-esposa, y madre de sus tres hijos: Jezreel. Lo Ruhama y Lo-ammi; quienes por el amor de Dios habían de ser recuperados de su trágica condición. Aunque todo ello nos parezca una terrible paradoja, no es más que una fiel representación de lo que pasa por el alma de Gomer, los corazones de sus hijos que no logran conciliar la condición de su madre, y la crisis que confronta Oseas hallándose en medio de todo ello con el corazón hecho pedazos, y con la orden de arriba para restaurar a su veleidosa ex-mujer.
=== Se nos comunica la condición pecaminosa de la nación; y la justicia divina exige que el pecado sea castigado, no pudiendo condonarse la deuda por el tal, habiendo de procurar una clara vindicación conforme la palabra lo estipula. Así, la gracia, para actuar en favor del pecador, tiene que ver cómo en la cruz se paga por el pecado mediante la sustitución, satisfaciendo la justa ira divina, para traer la propiciación. No se trata de un borrón y cuenta nueva; sino de un justo pago por la deuda de pecado que exigía el castigo pertinente: "La paga del pecado es muerte", y "sin derramamiento de sangre no se hace remisión", y : "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Ro.6:23;He.9:22;Gá.6:7). Los ciento ochenta gramos de plata, y la carga y media de cebada, representan el costo redentivo en el mercado de esclavos; de allí para adelante, Oseas tendría que hacerse cargo de la recuperación, renovación y restauración de Gomer, quien quizá esperara el peor de los tratos por sus hechos denigrantes; pero la lectura de Oseas 14, nos muestra el corazón de Dios y el del profeta restaurador, caracterizado por la buena voluntad y la disposición para devolverle al panorama relacional el nivel más oportuno. ¡Dejemos de mirar a Dios como un sádico vengador de sus agravios! Entendamos que su deseo es la plena restauración de cada uno de sus escogidos, como lo refiere aquí el autor sagrado.
=== La petición de que Dios quite toda iniquidad, es hecha solamente después de haber manifestado su deseo de volver a Yahweh como el Dios de la nación escogida, la misma que se llega al Padre con frases o palabras de súplica, para que ello se posibilite, y cuando él da su anuencia, podrá aceptar lo que le ofrecemos y le prometemos. El rechazo para buscar otras opciones, y el desechamiento de toda idolatría, forman parte de un genuino arrepentimiento con la mira de hallar misericordia. Es entonces que el lenguaje divino se dulcifica, asegurando que él sanará nuestra rebelión (no era una pequeña falla, o una eventual desobediencia; sino una absoluta rebeldía a su mandato y señorío); y aquí el Señor arguye que su amor será por su gracia, habiendo apartado su ira, como refiriéramos en el párrafo anterior, llegando a la reflexión que sirve de epílogo a este libro, invocando la sabiduría que implica el cabal entendimiento, ejecutando la prudencia inherente que nos cautiva en pos de él. Al volver a la senda divina, del modo adecuado, no hay peligro de yerros o pérdidas; pero aquellos que pretenden obtener de Dios todo lo prometido, sin una sana actitud sobre los mandatos divinos, van a tropezar en algún momento, mostrando que jamás renovaron su entendimiento, hallando los obstáculos que la carne les pone por no someterse plenamente al orden divinal.
"Vuelve, oh Israel, a Yahweh tu Dios, porque por tu pecado has caído. Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Yahweh, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios. No nos librará el asirio; no montaremos en caballos; ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia. Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia, porque mi ira se apartó de ellos... ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Yahweh son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos".
=== Se nos comunica la condición pecaminosa de la nación; y la justicia divina exige que el pecado sea castigado, no pudiendo condonarse la deuda por el tal, habiendo de procurar una clara vindicación conforme la palabra lo estipula. Así, la gracia, para actuar en favor del pecador, tiene que ver cómo en la cruz se paga por el pecado mediante la sustitución, satisfaciendo la justa ira divina, para traer la propiciación. No se trata de un borrón y cuenta nueva; sino de un justo pago por la deuda de pecado que exigía el castigo pertinente: "La paga del pecado es muerte", y "sin derramamiento de sangre no se hace remisión", y : "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Ro.6:23;He.9:22;Gá.6:7). Los ciento ochenta gramos de plata, y la carga y media de cebada, representan el costo redentivo en el mercado de esclavos; de allí para adelante, Oseas tendría que hacerse cargo de la recuperación, renovación y restauración de Gomer, quien quizá esperara el peor de los tratos por sus hechos denigrantes; pero la lectura de Oseas 14, nos muestra el corazón de Dios y el del profeta restaurador, caracterizado por la buena voluntad y la disposición para devolverle al panorama relacional el nivel más oportuno. ¡Dejemos de mirar a Dios como un sádico vengador de sus agravios! Entendamos que su deseo es la plena restauración de cada uno de sus escogidos, como lo refiere aquí el autor sagrado.
=== La petición de que Dios quite toda iniquidad, es hecha solamente después de haber manifestado su deseo de volver a Yahweh como el Dios de la nación escogida, la misma que se llega al Padre con frases o palabras de súplica, para que ello se posibilite, y cuando él da su anuencia, podrá aceptar lo que le ofrecemos y le prometemos. El rechazo para buscar otras opciones, y el desechamiento de toda idolatría, forman parte de un genuino arrepentimiento con la mira de hallar misericordia. Es entonces que el lenguaje divino se dulcifica, asegurando que él sanará nuestra rebelión (no era una pequeña falla, o una eventual desobediencia; sino una absoluta rebeldía a su mandato y señorío); y aquí el Señor arguye que su amor será por su gracia, habiendo apartado su ira, como refiriéramos en el párrafo anterior, llegando a la reflexión que sirve de epílogo a este libro, invocando la sabiduría que implica el cabal entendimiento, ejecutando la prudencia inherente que nos cautiva en pos de él. Al volver a la senda divina, del modo adecuado, no hay peligro de yerros o pérdidas; pero aquellos que pretenden obtener de Dios todo lo prometido, sin una sana actitud sobre los mandatos divinos, van a tropezar en algún momento, mostrando que jamás renovaron su entendimiento, hallando los obstáculos que la carne les pone por no someterse plenamente al orden divinal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 16/11/2017 MENSAJE # 2125
EL INMENSO COSTO DE NUESTRA RESTAURACIÓN NOS ES PLANTEADO AQUÍ DEL MODO MÁS INCREÍBLE Y GLORIOSO. VALOREMOS EL CORAZÓN DEL PROFETA RESTAURADOR, QUIEN SE LIMITARA A OBEDECER LOS DESIGNIOS DIVINOS, Y BUSCARA LO MISMO QUE ÉL, RESTAURANDO TOTALMENTE A SUS SIERVOS.
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