LIMA - PERÚ DOMINGO 19 DE NOVIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 2131
FILEMÓN 4-7.
"Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, porque oigo del amor y la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos".
=== Después de la usual salutación a los destinatarios de la corta misiva de nuestra consideración (Filemón y su familia, y la grey que se reunía en su casa), el apóstol refiere lo que ya nos es familiar en sus cartas, certificando ser un hombre de oración, un ministro intercesor, y un sincero apoyador de los neocreyentes y de todos los colaboradores de Dios en cada localidad donde él o su equipo ministerial hubieran tenido alguna injerencia. Ello debe enseñarnos el hecho de que Pablo no era alguien que 'trabajara por cumplir, y punto'; sino una persona que entendía su responsabilidad paternal más allá del plano procreativo, procurando sustentar la fe y el crecimiento espiritual de quienes hubiera 'engendrado en el Señor'. Los que tienen "espíritu de avestruz", abandonan lo que acaban de alumbrar, dejándolos al azar, porque están privados de entendimiento (Job.39:13-17). El contacto epistolar, mediante los siervos que trabajaban itinerantemente, o algún otro medio de la época, le permitía al apóstol mantenerse al día sobre todos los intereses divinos, y descargar su alma de la preocupación que sobre él se agolpaba cada día por todas las iglesias (2Co.11:28).
=== Aunque el vínculo con Filemón resultara algo eventual debido a las frecuentes salidas apostólicas, los otros ministerios, cuando se encontraban con Pablo, le comentaban el fluir de Filemón, su siempre regia disposición para atenderlos, y el hacer de su hogar un oasis que sustentara sus cuerpos y almas con el más dulce amor fraternal que alguien pudiera imaginarse fuera del seno de su hogar. Esta constante en el obrar hospitalario de Filemón le hacían saber al apóstol de la sinceridad y buena voluntad que gobernaran el corazón de este siervo de Dios, hasta hacerse de ello un testimonio vivo del cual el cielo mismo tomara nota. Así, pues, el corazón, el hogar, la familia y la liberalidad en la economía de Filemón para con todos los santos, suponían una garantía anticipada de cómo operaría él cuando su esclavo fugado retornara a su casa con una carta del apóstol Pablo, quien en sus prisiones lo 'engendrara para Cristo', y disfrutara de sus servicios temporalmente, como una extensión de la amabilidad y largueza de su consiervo.
=== Lo que sería una prueba de fuego para Filemón, dado el daño inferido por su esclavo antes de fugarse de la casa de su amo, habría de mostrar hasta qué punto el bien de Jesús habría calado en su corazón, su conducta, y su perspectiva a futuro, desnudando su temperamento y su vocación hasta el extremo. Dada la conversión al evangelio de Onésimo, y el delito cometido contra los intereses de quien fuera su amo, conforme a las leyes de la época, el asunto se tornaba muy peliagudo, y en esta ocasión el corazón de Filemón sería confrontado en lo tocante al perdón, el recobro y la restitución del ingrato servidor, el cual debería ser tratado con suma compasión, sirviendo todo ello de un control de calidad para el consiervo de Pablo, quien no solamente habría de mostrarse seco o indiferente con su restituido esclavo, sino que habría de confirmar el amor fraternal para con él, tratándolo como él tratara a Pablo mismo. Para los que hemos sufrido grandes decepciones por parte de nuestros hermanos y consiervos en Cristo, esto lleva a la purificación más alta, al punto de ebullición de nuestra manera de pensar y de sentir, revelando de qué estamos hechos en los asuntos de la fraternidad y la restauración de los hermanos caídos. Todos tendremos en algún momento que pasar por ello, como Onésimos o como Filemones. ¡Qué Dios nos conceda su gracia en momentos así!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 19/11/2017 MENSAJE # 2131
=== Lo que sería una prueba de fuego para Filemón, dado el daño inferido por su esclavo antes de fugarse de la casa de su amo, habría de mostrar hasta qué punto el bien de Jesús habría calado en su corazón, su conducta, y su perspectiva a futuro, desnudando su temperamento y su vocación hasta el extremo. Dada la conversión al evangelio de Onésimo, y el delito cometido contra los intereses de quien fuera su amo, conforme a las leyes de la época, el asunto se tornaba muy peliagudo, y en esta ocasión el corazón de Filemón sería confrontado en lo tocante al perdón, el recobro y la restitución del ingrato servidor, el cual debería ser tratado con suma compasión, sirviendo todo ello de un control de calidad para el consiervo de Pablo, quien no solamente habría de mostrarse seco o indiferente con su restituido esclavo, sino que habría de confirmar el amor fraternal para con él, tratándolo como él tratara a Pablo mismo. Para los que hemos sufrido grandes decepciones por parte de nuestros hermanos y consiervos en Cristo, esto lleva a la purificación más alta, al punto de ebullición de nuestra manera de pensar y de sentir, revelando de qué estamos hechos en los asuntos de la fraternidad y la restauración de los hermanos caídos. Todos tendremos en algún momento que pasar por ello, como Onésimos o como Filemones. ¡Qué Dios nos conceda su gracia en momentos así!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 19/11/2017 MENSAJE # 2131
LA VIDA CRISTIANA ESTÁ LLENA DE VICISITUDES, Y POR TANTO, NUESTROS CORAZONES DEBEN ESTAR APAREJADOS PARA QUE CUANDO LLEGUEN HASTA NOSOTROS, TENGAMOS UN CORAZÓN ABIERTO, FRATERNO Y DISPUESTO PARA EL SACRIFICIO, Y PARA EXTENDER LA GRACIA DIVINA POR ENCIMA DE TODO.
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