LIMA - PERÚ DOMINGO 05 DE NOVIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 2103
FILIPENSES 1:21-25.
"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Por ambas osas me encuentro en un dilema, pues tengo el deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedarme en la carne es más necesario por causa de ustedes. Y confío en esto, y sé que me quedaré, que aún permaneceré con todos ustedes, para su provecho y gozo de la fe".
=== Hallarse en una prisión, por causa del evangelio; en una manera específica; te hace contemplar la vida con otro enfoque, y resulta imperativo que quien tiene una carga tan grande como la que tenía Pablo por causa de su comisión apostólica, pueda encontrar el enfoque correspondiente para no estar debatiéndose en lo concerniente a su posición, ni estar oscilando entre dos alternativas, siendo ambas justas en su contexto. Si pensamos en nosotros mismos, es muy probable que abandonemos sin más el panorama natural, estando estresados o hartos de la situación; mas si lo meditamos corporativamente (aunque ello implique un sacrificio) deberemos dejar a un lado todo nuestro negativismo, y considerar el maximizar nuestra utilidad en calidad de siervos de Dios. Y Pablo se encontraba en esa disyuntiva, buscando armonizar su crisis situacional, y su llamamiento como obrero del Señor. ¡Muchos se rinden por menos! Y otros, pretenden espiritualizar su condición; aunque estén sufriendo justamente por sus delitos. Por ello vamos a considerar la objetividad apostólica en su justa medida.
=== Pablo dice que su vivir es Cristo, vale decir que todo cuanto hace es promovido desde su fuero interno por las iniciativas que Cristo pone en él, instándolo a proseguir en el supremo llamamiento divino, cubriendo su labor ministerial con absoluta dedicación y éxito; pero también arguye que el morir es ganancia, considerando una jubilación adelantada; haciendo esto por su plena consciencia de las realidades espirituales que supondrían para él descanso y gozo eternal, habiendo en él la posibilidad de elegir con absoluta responsabilidad sobre ello. De allí, el hombre de Tarso, pasa a un análisis que lo deja frente a dos sendas, legítimas ambas, por lo cual debe tomar una decisión. La obra, exige consumación, e insta a la fe, soportando las cosas que vendrán con ello (y la accidentada vida del apóstol veía como más viable la renuncia inteligente y apriorística que supondría el paso al plano eternal sin más trámite, suponiendo su labor como algo ya finiquitado); mas el plano de su consciencia le hacía ver que, como en el caso de Josué, faltara mucha tierra por conquistar ¡Y Pablo no estaba tan viejo, ni acabado en lo natural!
=== Al contemplar ambas posibilidades, su alma lo seduce a darle fin a todo esto, pues la gloria acumulada ya parecía suficiente; mas al voltear observaba un espacio vacío que alguien tendría que llenar, y que llevara su nombre y su comisión, haciendo que su espíritu se retraiga y lo intime a seguir en su posición; porque aún no se había quemado el último cartucho en cuanto a su participación, llevándolo a una definición que lo hiciera permanecer de este lado del velo; identificando Pablo el sentir divinal y proponiendo que el suyo, una vez más, se adhiriera a los movimientos divinos que correspondieran a su generación, y también a las que habrían de venir hasta veintiún siglos después, que es donde nosotros nos hallamos hoy. Los objetivos eran dos: El provecho eclesial, y el gozo o dicha que correspondiera a la fe de los santos en todas las generaciones que vendrían. ¡Gracias al Padre por este campeón!
"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Por ambas osas me encuentro en un dilema, pues tengo el deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedarme en la carne es más necesario por causa de ustedes. Y confío en esto, y sé que me quedaré, que aún permaneceré con todos ustedes, para su provecho y gozo de la fe".
=== Hallarse en una prisión, por causa del evangelio; en una manera específica; te hace contemplar la vida con otro enfoque, y resulta imperativo que quien tiene una carga tan grande como la que tenía Pablo por causa de su comisión apostólica, pueda encontrar el enfoque correspondiente para no estar debatiéndose en lo concerniente a su posición, ni estar oscilando entre dos alternativas, siendo ambas justas en su contexto. Si pensamos en nosotros mismos, es muy probable que abandonemos sin más el panorama natural, estando estresados o hartos de la situación; mas si lo meditamos corporativamente (aunque ello implique un sacrificio) deberemos dejar a un lado todo nuestro negativismo, y considerar el maximizar nuestra utilidad en calidad de siervos de Dios. Y Pablo se encontraba en esa disyuntiva, buscando armonizar su crisis situacional, y su llamamiento como obrero del Señor. ¡Muchos se rinden por menos! Y otros, pretenden espiritualizar su condición; aunque estén sufriendo justamente por sus delitos. Por ello vamos a considerar la objetividad apostólica en su justa medida.
=== Pablo dice que su vivir es Cristo, vale decir que todo cuanto hace es promovido desde su fuero interno por las iniciativas que Cristo pone en él, instándolo a proseguir en el supremo llamamiento divino, cubriendo su labor ministerial con absoluta dedicación y éxito; pero también arguye que el morir es ganancia, considerando una jubilación adelantada; haciendo esto por su plena consciencia de las realidades espirituales que supondrían para él descanso y gozo eternal, habiendo en él la posibilidad de elegir con absoluta responsabilidad sobre ello. De allí, el hombre de Tarso, pasa a un análisis que lo deja frente a dos sendas, legítimas ambas, por lo cual debe tomar una decisión. La obra, exige consumación, e insta a la fe, soportando las cosas que vendrán con ello (y la accidentada vida del apóstol veía como más viable la renuncia inteligente y apriorística que supondría el paso al plano eternal sin más trámite, suponiendo su labor como algo ya finiquitado); mas el plano de su consciencia le hacía ver que, como en el caso de Josué, faltara mucha tierra por conquistar ¡Y Pablo no estaba tan viejo, ni acabado en lo natural!
=== Al contemplar ambas posibilidades, su alma lo seduce a darle fin a todo esto, pues la gloria acumulada ya parecía suficiente; mas al voltear observaba un espacio vacío que alguien tendría que llenar, y que llevara su nombre y su comisión, haciendo que su espíritu se retraiga y lo intime a seguir en su posición; porque aún no se había quemado el último cartucho en cuanto a su participación, llevándolo a una definición que lo hiciera permanecer de este lado del velo; identificando Pablo el sentir divinal y proponiendo que el suyo, una vez más, se adhiriera a los movimientos divinos que correspondieran a su generación, y también a las que habrían de venir hasta veintiún siglos después, que es donde nosotros nos hallamos hoy. Los objetivos eran dos: El provecho eclesial, y el gozo o dicha que correspondiera a la fe de los santos en todas las generaciones que vendrían. ¡Gracias al Padre por este campeón!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 05/11/2017 MENSAJE # 2103.
EN LOS MOMENTOS EN QUE COMO MINISTROS ENFRENTAMOS UNA CRISIS EN LO CONCERNIENTE A NUESTRA UTILIDAD COMO SIERVOS DE DIOS, NO DEBE GOBERNAR NUESTRA MENTE EL ATURDIMIENTO; SINO LA ABSOLUTA CERTEZA BASADA EN NUESTRO SERVICIO AL PADRE, Y MIENTRAS QUE ÉL NO NOS MARQUE EL ALTO, SIGAMOS ADELANTE CON CONFIANZA.
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