miércoles, 29 de noviembre de 2017

LAS REALIDADES ESPIRITUALES, NO DEBERÍAN SER EXIGIDAS A LOS CREYENTES; SINO DISFRUTADAS Y CONSENTIDAS POR ELLOS, PARA QUE EL GOZO DE NUESTRA SALVACIÓN SE EXTIENDA DURANTE EL TRÁMITE DE NUESTRA PEREGRINACIÓN A LA GLORIA.

LIMA - PERÚ     MIÉRCOLES 29 DE NOVIEMBRE DEL 2017       MENSAJE # 2151

PRIMERA DE JUAN 2:1-6   (VERSIÓN REINA-VALERA CONTEMPORÁNEA).

"Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Con esto podemos saber que lo conocemos: si obedecemos sus mandamientos. El que dice: Yo lo conozco, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso, y no hay verdad en él. El amor de Dios se ha perfeccionado verdaderamente en el que obedece su palabra, y por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo".

=== El apóstol Juan propone en el capítulo uno la realidad de la presencia corporal divina en la figura antropomórfica de Jesucristo, el Hijo de Dios, y Dios manifestado en carne. Esa realidad es la que se buscó compartir desde el principio, cuando Jesús fue revelando progresivamente su origen y procedencia celestial antropoformizada, para que con el contacto y la comunión viniera la fusión, que es lo que sustenta el gozo en la vida de los creyentes verdaderos. Y la Luz verdadera que alumbrara este mundo, se transformó en la VIDA-LUZ que llena a cada creyente con su presencia, esencia y vigencia; revelando inicialmente nuestra condición, para que entendamos nuestra necesidad de ser alumbrados, esenciados y purificados, de modo tal que nuestra fusión con él se evidenciara. Juan nos refiere que la comunión con Dios es la ausencia de tinieblas en nuestra vida experimental, implicando que la energía lumínica divina fluye en nosotros y se imparte a otros, obteniendo los mismos resultados en todo aquel que cree, acepta y se compromete con Dios en principios y prácticas, mostrando en su andar la naturaleza de quien lo redimiera y restituyera a la regia condición en la que fuera diseñado originalmente por la Deidad.

=== El testimonio del que anda en la luz, es que su confesión de fe corresponde exactamente a sus hechos; porque si  no es así, se está viviendo un engaño, siendo dominados por: (I) La carne, (II) El diablo, y (III) El mundo. 

(I) Lo primero,. se evidencia por la religión y la muerta liturgia que nos hace vivir una fantasía, consumiendo nuestras almas en la intrascendencia, no satisfaciendo a Dios con nuestros hechos, por muy ceremoniales que nos parezcan. 

(II) Lo segundo, Es lo que confirma nuestros hechos como provenientes del maligno, el cual sigue induciendo su naturaleza en nuestro pensar, hablar y obrar; aunque vistamos todo ello del efod sacerdotal, consintiendo a nuestra naturaleza caída como lo hiciera Elí con sus hijos: Ofni y Finees. Mientras el diablo no sea descubierto como el inspirador y organizador de nuestro pensar, decir y obrar; seguiremos siendo dominados por el gran titiritero.

(III) Lo tercero, es el ambiente que debiéramos nosotros recuperar para el Padre con la autoridad y el poder que él nos ha dado. La Biblia menciona a Jesús como EL HOMBRE MÁS FUERTE; revelando que Satán es el Hombre Fuerte que señorea en el presente siglo porque el engaño no ha sido quitado con la luz que se nos impartiera, siendo ello una prioridad (Jn.8:12; 1Jn.1:5,7). Al momento que la luz penetra en nosotros, y nos encendemos como poderosos focos o lámparas en este siglo malo; este mundo es mostrado en su inmunda naturaleza, y revelamos a los demás el hecho: "Y esta es la condenación: QUE LA LUZ VINO AL MUNDO, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.  Mas el que practica la verdad viene a  la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios" (Jn.3:19-21).

=== Aquí el mensaje se dirige directamente a los creyentes, los cuales son amonestados a no pecar, porque ello no es su naturaleza, y porque tienen en ellos al Señor presidiendo sus vidas. Y si el pecado hubiera llegado a ellos, Jesús se yergue como su Abogado ante el Padre; siendo a la par nuestra propiciación, y la de todo el mundo. No nos regocijemos de tener a Jesús como un abogado que nos defienda; porque ese no es el propósito, sino el que rija nuestros sinos como Señor. La obediencia a sus mandatos no es una opción; sino UNA NECESIDAD, para mantenernos en la verdad y el agrado divinal. La normal obediencia a su Palabra comprobará nuestra confesión de fe en su bendito y diario accionar. Es por eso que Juan insiste en que el que dice que PERMANECE EN ÉL, DEBE ANDAR COMO EL ANDUVO. El decir, propone algo; el andar, lo confirma. El Padre no espera emisiones inorgánicas; sino profesiones de fe que corroboren la realidad de nuestras aserciones.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA         29/11/2017        MENSAJE # 2151.

1 comentario:

  1. EL SELLO OFICIAL DE NUESTRA FE DEBE ESTAR CORROBORADO POR NUESTRAS PALABRAS Y NUESTRAS CONDUCTAS, RIMANDO EN PRINCIPIOS Y PRÁCTICAS, PONIENDO EN EVIDENCIA LO QUE SOMOS, TENEMOS Y PODEMOS HACER COMO HIJOS DE DIOS.

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