LIMA - PERÚ JUEVES 31 DE NOVIEMBRE DEL 2017 MENSAJE # 2154
MEDITACIONES VARIAS.
Levítico 26:1
"No haréis para vosotros ídolos"
=== La naturaleza humana (corrompida por el pecado), ha perdido su consciencia espiritual, y ha organizado su existencia desde las perspectivas de las cosas visibles o sensoriales.
=== Dada su orfandad espiritual, su mente, en complicidad con su imaginación, formula ideas siguiendo la corriente de sus influencias (delirios, temores, fantasias y quimeras), dándole forma a imágenes que representarán para él su alucinada deidad (Israel imaginó a Dios en la forma de un becerro).
=== Los antiguos, representaban en forma de imágenes (bellas o grotescas) la naturaleza de sus dioses, rindiéndoles pleitesía y veneración mediante presentes, y buscando su favor.
=== La idea de adoración y sacrificios siempre estuvieron ligadas, siendo algo que la humanidad no pudo olvidar de su inicial relación con Dios después de la caída; aunque perdiendo de vista la motivación y el sentido de los mismos, tergiversando su significado, prostituyéndose idolátricamente, causando el aborrecimiento divino contra tales manifestaciones que jamás lo honraron.
=== La palabra de Dios revela el contenido de los sacrificios, su razón y continuidad; condenando toda forma de idolatría; desde la aberrante, a la simplemente representativa, resultándole al Señor igualmente abominables ambas.
=== La adoración verdadera es espiritual, y tal adoración es la única aceptable para Dios, que es Espíritu (Jn.4:24).
=== Cuando se precisa de ayudas materiales recordatorias (ídolos, íconos, fetiches), es porque no se ha nacido de nuevo espiritualmente, y Cristo no mora en tal persona.
=== Sólo la presencia de Jesús en nuestros corazones, rompe el velo que nos separa del Padre, pudiendo palpar al Verbo Divino trascendiendo lo natural y racional.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 30/11/2017 MENSAJE # 2154.
EL CRISTIANO QUE HA NACIDO DE NUEVO, Y TIENE A CRISTO EN SU CORAZÓN, CONOCE A DIOS EN ESPÍRITU Y VERDAD, Y SABE GOZAR EN SU PRESENCIA, ALABÁNDOLE EN ESPÍRITU Y VERDAD.
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