EL DETENERSE A ANALIZAR LAS COSAS, PARA COMPRENDER EL POR QUÉ DE LAS MISMAS, ES PROPIO DE SERES PENSANTES QUE CONSIDERAN LOS VALORES ETERNOS Y TRASCENDENTES SOMOS LLAMADOS A DESPERTAR DEL LETARGO DE LA INTRASCENDENCIA, Y A UBICARNOS EN EL CONCIERTO DIVINO PARA OPTIMIZAR NUESTRO PANORAMA RELACIONAL CON LA DEIDAD.

LIMA - PERÚ     JUEVES 02 DE NOVIEMBRE DEL 2017          MENSAJE # 2097

ECLESIASTÉS  3:10-15.

"Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender lo que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó".

=== Tras haber observado que todas las cosas tienen tienen su tiempo y ocasión, obedeciendo a las circunstancias en las que se presentaban delante de los hombres (Ec.3:1-9), el autor pasa a un tema que no les preocupa a los seres intrascendentes: Ellos viven sin una identidad, sin un sentido lógico y práctico; deslizándose por la vida como por un tobogán, mientras van descendiendo rumbo al seol sin considerar su valor existencial, equiparándose a los animales en lo concerniente a su perspectiva: Nacer, crecer, reproducirse, y morir. Aquellos que son más advertidos, intuyen un propósito y un sentido práctico para su existencia, buscando el sentido de la vida como su razón de ser. Dios, pues, nos dio ese trabajo a nosotros, los seres humanos; y a los creyentes, el ajustarnos al panorama espiritual correspondiente, sirviendo así a nuestra generación, y proponiendo a la siguiente dentro del sentido y propósito que Dios tiene para nosotros, haciéndonos parte de su reino como reyes y sacerdotes, es decir: para gobernar con juicio y justicia; y para operar a favor de toda la humanidad para que se aperciba del plano eternal en el que somos admitidos por su gracia, buscando agradarle en todo, y disfrutar de lo que él aparejara para nosotros en el contexto de lo que es operativamente trascendental.

=== La eternidad posee un sentido cabal, maravilloso y trascendente; y será ello lo que le ponga la sazón a nuestra intervención, y una clara percepción a nuestro protagonismo en nuestro panorama generacional ¡Estamos aquí por algo, y si hacemos la parte que nos corresponde como instrumentos de Dios, hallaremos el sentido y propósito para el que Dios nos creara! Nuestra naturaleza carnal no observará más que aquello que logre ver y conceptuar con su capacidad sensorial. o sus cinco sentidos; quedando en ayunas respecto al panorama espiritual, que mirará o sentirá como algo ignoto, remoto e ininteligible; viéndose reducido en su apreciación al goce de las cosas temporales que, si bien es cierto que también vienen de Dios, no abarcan el plano tripartito que nos haría ver nuestra herencia como algo que nos llenara el corazón y nos motivara a seguir caminando en pos de la gloria prometida por el Padre (He.11:12-16).

=== Es por eso que el autor penetra en este ámbito inconsiderado, y busca sacar una conclusión, la cual nos comparte en el v.14: 

(I) "He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo".- Ello expresa en una forma inequívoca que Yahweh no hace ni comete errores en su perspectiva inmediata, mediata y futura; apuntando siempre al cubrimiento de su plan soberano para las edades, con aquella naturaleza alfa-omegana (siendo el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin), que lleva todo a una feliz, perfecta, e invariable conclusión. 

(II) "Sobre aquello no se añadirá".- Su plan es tan preciso, que no admite enmiendas. 

(III) "Ni de ello se disminuirá".- Su ideal es tan específico, que nunca habrá de mermar sus reglas y perspectivas; 

(IV) "Y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres".- Los que se detienen a analizar el divino fluir, comprenden que su inalterabilidad los invita a ser participantes, y no perdedores. El que se opone al divino designio acarreará sobre sí graves consecuencias.
El Padre nos creó con un regio designio y destino, y nada hará que él se retracte de su deseo original, llevándonos por el Espíritu a cumplir su soberana voluntad, estableciendo el reino de Dios por toda la eternidad.

EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA         02/11/2017       MENSAJE # 2097.