LIMA - PERÚ VIERNES 26 DE ENERO DEL 2018 MENSAJE # 2267
LAMENTACIONES 2:14, 17, 19-20.
"Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, sino que te predicaron vanas profecías y extravíos...Yahweh ha hecho lo que tenía determinado; ha cumplido su palabra, la cual él había mandado desde tiempo antiguo. Destruyó, y no perdonó; y a hecho que el enemigo se alegre sobre ti, y enalteció el poder de tus adversarios... Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles. Mira, oh Yahweh, y considera a quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?".
=== La pavorosa visión de todas las cosas que le han acontecido a los habitantes de Jerusalén, independientemente de sus edades o posiciones sociales, religiosas o políticas, es descrita por el profeta en cuadros horrendos, y en pasajes que desgarran el corazón de quien los escucha, lo ve o los lee. Todo lo que se describe aquí, es una clara manifestación de la ira divina cuando su amor es rechazado por la nación escogida, y su santo celo es provocado a actuar sin posibilidad para que les sea mostrada la misericordia, o algún grado de benevolencia a los rebeldes y apóstatas que se solazaron en hacer lo malo, y que pretendieron burlarse de Dios por tiempo indefinido, imaginándolo como un anciano decrépito y consentidor que se moriría antes que reprender o ejecutar juicio sobre sus nenes consentidos. Lo que describe aquí el profeta Jeremías no es apto para corazones sensibles; pero sí para todos aquellos que hayan perdido la sensibilidad, y que hayan llegado al nivel más bajo de degradación humana, viviendo ajenos al panorama justiciero de la Deidad, y creyendo que su maldad no había subido de punto ante su presencia, como pasara con Sodoma, Gomorra, Nínive, Babilonia, etc,; cada una dentro de su cuadro de maldades que desafiara nuestras mentes sobre si eran o no humanos. Jerusalén pudo apreciar y vivir en carne propia la justicia divina volcada como una olla hirviendo sobre toda la nación, y en especial entre sus dirigentes, quienes fueran los gestores de su inconducta y los propiciadores del más infame accionar, que hizo que Dios se volviera contra la nación escogida, dejando que todas las naciones circunvecinas vieran los horrores de lo que los hebreos hacían a escondidas, siguiendo sus disoluciones, y su paganismo idolátrico; intolerable para Yahweh, y su naturaeza justa y santa que les hiciera las demandas del caso una y otra vez, obteniendo como respuesta el más olímpico desprecio para su gracia y bondad, pidiendo a gritos con su perversa actitud que el juicio divino se viniera sobre ellos sin atenuantes de ningún tipo.
=== Los profetas, adheridos a las rebeliones del pueblo degenerado, les daban una palabra a su sazón, poniendo sus palabras en la boca de Dios, alentando toda forma de maldad en la nación, y omitiendo todo lo que Dios normalmente hubiera dicho y hecho para hacer que el pueblo se arrepintiera, y retornara al orden divino que ellos conocían muy bien; eligiendo el camino de la rebelión que les otorgara pingües ganancias; profetizando de vino y de sidra, de excesos y degeneración; de paganos desbordes y de sumos goces perversos; extraviando a la nación que los viera con un agrado que nunca antes sintieran por ellos. Así fue que el Señor hizo lo que había prometido en cuanto a la justicia, y permitió que el juicio se volcara sobre ellos como una cascada destructiva. Y Yahweh destruyó, y no perdonó, permitiendo que el enemigo se gozara sobre ellos, viendo cómo actuaran con una fuerza y potencia que antes Dios les diera a ellos, cuando lo servían y guardaban su palabra. Y fue en tales circunstancias que sus corazones vibraran impulsándolos a rogar por las misericordias que no llegarían. El enojo divino, cuando se le provoca hasta el colmo; no vuelve atrás sino hasta que su justicia queda satisfecha. Y mientras tanto, su mano sigue alzada contra los que provocaron su ira, y quisieron para sí su enojo, embriagándolos del mismo hasta lo sumo. Si me insistes en que él es un Dios bueno, te contesto que así es; pero él no puede pasar por alto la injusticia, la maldad, la idolatría, la rebelión, la insensatez, el paganismo, y el total desprecio a su palabra y al orden establecido como norma para la permanencia de la comunión, y la estabilidad en la tierra de promisión. Si él no fuera justo, COMO ES, no sería digno de confianza.
=== El arrepentimiento había de ser llevado al extremo, para que la cuenta del pecado pudiera desaparecer. Derramar el corazón como agua, implica el implorar el divino favor por gracia; no por derecho; y es cuando al alma es vaciada de nosotros mismos y de lo que fuera un perverso fluir, que Dios halla espacio para operar con su gracia dentro de nosotros; pasando de ser los autores de nuestra desgracia inapelable, a disponernos de rodillas ante él para rogar por su favor, admitiendo nuestras injusticias, y rogándole para que su gracia nos impute la misma como un divino favor inmerecido. Ver a una madre comerse a su hijo recién nacido, porque el hambre causado por el asedio del enemigo las obligaba a algo tan atroz, me resulta repulsivo hasta no más; y que los hipócritas y traicioneros religiosos, y el profetismo rentado, sea muerto en el santuario mismo, era una clase de afrenta que no se imaginara jamás. Los más dignos representantes, rebajados a una situación semejante, nos hacen ver hasta qué punto la nación judía se había rebelado contra Dios. ¡Meditemos sobre nuestros caminos, para que no tengamos que llegar hasta una condición como esta en nuestros tiempos!
"Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, sino que te predicaron vanas profecías y extravíos...Yahweh ha hecho lo que tenía determinado; ha cumplido su palabra, la cual él había mandado desde tiempo antiguo. Destruyó, y no perdonó; y a hecho que el enemigo se alegre sobre ti, y enalteció el poder de tus adversarios... Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles. Mira, oh Yahweh, y considera a quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?".
=== La pavorosa visión de todas las cosas que le han acontecido a los habitantes de Jerusalén, independientemente de sus edades o posiciones sociales, religiosas o políticas, es descrita por el profeta en cuadros horrendos, y en pasajes que desgarran el corazón de quien los escucha, lo ve o los lee. Todo lo que se describe aquí, es una clara manifestación de la ira divina cuando su amor es rechazado por la nación escogida, y su santo celo es provocado a actuar sin posibilidad para que les sea mostrada la misericordia, o algún grado de benevolencia a los rebeldes y apóstatas que se solazaron en hacer lo malo, y que pretendieron burlarse de Dios por tiempo indefinido, imaginándolo como un anciano decrépito y consentidor que se moriría antes que reprender o ejecutar juicio sobre sus nenes consentidos. Lo que describe aquí el profeta Jeremías no es apto para corazones sensibles; pero sí para todos aquellos que hayan perdido la sensibilidad, y que hayan llegado al nivel más bajo de degradación humana, viviendo ajenos al panorama justiciero de la Deidad, y creyendo que su maldad no había subido de punto ante su presencia, como pasara con Sodoma, Gomorra, Nínive, Babilonia, etc,; cada una dentro de su cuadro de maldades que desafiara nuestras mentes sobre si eran o no humanos. Jerusalén pudo apreciar y vivir en carne propia la justicia divina volcada como una olla hirviendo sobre toda la nación, y en especial entre sus dirigentes, quienes fueran los gestores de su inconducta y los propiciadores del más infame accionar, que hizo que Dios se volviera contra la nación escogida, dejando que todas las naciones circunvecinas vieran los horrores de lo que los hebreos hacían a escondidas, siguiendo sus disoluciones, y su paganismo idolátrico; intolerable para Yahweh, y su naturaeza justa y santa que les hiciera las demandas del caso una y otra vez, obteniendo como respuesta el más olímpico desprecio para su gracia y bondad, pidiendo a gritos con su perversa actitud que el juicio divino se viniera sobre ellos sin atenuantes de ningún tipo.
=== Los profetas, adheridos a las rebeliones del pueblo degenerado, les daban una palabra a su sazón, poniendo sus palabras en la boca de Dios, alentando toda forma de maldad en la nación, y omitiendo todo lo que Dios normalmente hubiera dicho y hecho para hacer que el pueblo se arrepintiera, y retornara al orden divino que ellos conocían muy bien; eligiendo el camino de la rebelión que les otorgara pingües ganancias; profetizando de vino y de sidra, de excesos y degeneración; de paganos desbordes y de sumos goces perversos; extraviando a la nación que los viera con un agrado que nunca antes sintieran por ellos. Así fue que el Señor hizo lo que había prometido en cuanto a la justicia, y permitió que el juicio se volcara sobre ellos como una cascada destructiva. Y Yahweh destruyó, y no perdonó, permitiendo que el enemigo se gozara sobre ellos, viendo cómo actuaran con una fuerza y potencia que antes Dios les diera a ellos, cuando lo servían y guardaban su palabra. Y fue en tales circunstancias que sus corazones vibraran impulsándolos a rogar por las misericordias que no llegarían. El enojo divino, cuando se le provoca hasta el colmo; no vuelve atrás sino hasta que su justicia queda satisfecha. Y mientras tanto, su mano sigue alzada contra los que provocaron su ira, y quisieron para sí su enojo, embriagándolos del mismo hasta lo sumo. Si me insistes en que él es un Dios bueno, te contesto que así es; pero él no puede pasar por alto la injusticia, la maldad, la idolatría, la rebelión, la insensatez, el paganismo, y el total desprecio a su palabra y al orden establecido como norma para la permanencia de la comunión, y la estabilidad en la tierra de promisión. Si él no fuera justo, COMO ES, no sería digno de confianza.
=== El arrepentimiento había de ser llevado al extremo, para que la cuenta del pecado pudiera desaparecer. Derramar el corazón como agua, implica el implorar el divino favor por gracia; no por derecho; y es cuando al alma es vaciada de nosotros mismos y de lo que fuera un perverso fluir, que Dios halla espacio para operar con su gracia dentro de nosotros; pasando de ser los autores de nuestra desgracia inapelable, a disponernos de rodillas ante él para rogar por su favor, admitiendo nuestras injusticias, y rogándole para que su gracia nos impute la misma como un divino favor inmerecido. Ver a una madre comerse a su hijo recién nacido, porque el hambre causado por el asedio del enemigo las obligaba a algo tan atroz, me resulta repulsivo hasta no más; y que los hipócritas y traicioneros religiosos, y el profetismo rentado, sea muerto en el santuario mismo, era una clase de afrenta que no se imaginara jamás. Los más dignos representantes, rebajados a una situación semejante, nos hacen ver hasta qué punto la nación judía se había rebelado contra Dios. ¡Meditemos sobre nuestros caminos, para que no tengamos que llegar hasta una condición como esta en nuestros tiempos!
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 26/01/2018 MENSAJE # 2267.
NUESTRA CONDUCTA REGULAR, DENTRO DEL ORDEN DIVINAL, TRAERÁ COMO CONSECUENCIA UN CONTINUO DISFRUTE. SI NOS APARTAMOS DE ELLA, EL SEÑOR SE HARÁ CARGO DE DEVOLVERNOS A LA SENDA; YA SEA CON AMOR O CON AZOTES, SEGÚN CORRESPONDA. RECOMENDAMOS LA FIDELIDAD COMO LA ÚNICA ALTERNATIVA.
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