LIMA - PERÚ SÁBADO 20 DE ENERO DEL 2018 MENSAJE # 2255
CANTAR DE LOS CANTARES 1:2-4.
"¡Oh. si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. A más del olor de tus suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado; por eso las doncellas te aman. Atráeme, en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; nos acordaremos de tus amores más que del vino; con razón te aman".
=== La entrada a este texto tan connotado y especial corre a cargo de la mujer que ama al rey, y anhela ser uno con él. Si bien en la esfera natural los requiebros y los piropos son algo que proviene de los labios del varón; aquí se ve la intimidad entre las mujeres, las mismas que se hallan ligadas a la protagonista femenina en calidad de damas de compañía, aquellas que también sienten o experimentan una dicha enorme por estar cerca de ella, y por ver al rey en la "zona VIP", y por ser testigos presenciales del amor que el rey provoca en la mujer que ha elegido para que sea su compañía regia. Este cuadro de intimidad entre las féminas no debe ser mal interpretado; sino entendido como algo natural en la preparación de unas bodas, donde cada una suelta sus impresiones y precisiones acerca del Amado, y de cómo les hubiera gustado ser ellas las elegidas. No hay lugar para una envidia perniciosa, o para intentar competir con ella; porque en el entorno de la cultura hebraica las compañeras entendían su rol, disfrutando junto a la elegida la dicha que a ella le tocara, mientras aguardaran pacientemente por la suya. Ella está muy excitada, y declara su deleite al estar junto al rey, anhelando los besos que le comunicaran su afecto entrañable, único y peculiar. Al comparar ese afecto con los efectos del embriagante vino, nos da a entender lo que ella siente cuando es besada por el varón de sus sueños... ¡Y en ello no hay morbo alguno! Y esto lo digo porque hay quienes tienen una mente profana o religiosa y legalista. juzgando todo de mala manera. Los que hemos disfrutado algún romance, conocemos el fuego de esa emoción, especialmente si la hemos aguardado por mucho tiempo, imaginando aquel encuentro singular en nuestras mentes y corazones con una sagrada ilusión.
=== Junto con las sensaciones que se crean en el panorama relacional, nuestra mente busca términos comparativos, y del sabor, pasamos al disfrute olfativo creado por la mezcla de los perfumes, aromas, siendo el más persistente el del ungüento derramado que llena la habitación que servirá para que se amen como una pareja unida en santo matrimonio. Recordemos el vaso de alabastro conteniendo nardo puro, que fuera quebrantado para que con él Jesús fuera ungido. Aquel perfume era carísimo, y cada mujer se mandaba hacer un perfume personal para el día de su matrimonio, ÚNICO, ESPECIAL, PARA LLENAR LA CONCIENCIA OLFATIVA DEL HOMBRE AL CUAL SE ENTREGARÍA. lo que hacía aquella experiencia inolvidable para la pareja. El nombre del amado se singularizaba con ello, y si lo recordamos también, el lugar donde estaba Jesús reunido con sus discípulos se llenó del olor del perfume aquel, renunciando María a su pasión para traducirla en bendita e inefable adoración. (Aunque eso es un punto aparte; no podía dejar de escribirlo). Al referirse al amor de las doncellas, nos indica que ellas aprendieron a amarlo por ello, haciendo irrenunciable su sentir al contemplar el amor en su más gloriosa manifestación. Así es como la Iglesia debe amar a su Redentor, ligándose a él en una veneración que no conozca un final.
=== Notemos lo ligadas que están las doncellas a la protagonista, haciendo que su singularidad se convirtiera en una plural carrera en pos de él, porque sus corazones se habían apegado a la doncella elegida por el rey. En las fiestas de bodas hebreas, los invitados participaban en todo, menos en el momento de la intimidad de la pareja, lo cual acontecía en la casa de sus padres, y en la habitación donde la doncella naciera, y cuando el acto estuviera consumado, el amigo del esposo anunciaba a todos que la pareja ya era una unidad binaria, comenzando las celebraciones, las cuales durarían siete días. Al decir que el rey la había metido en sus cámaras, el coro de doncellas gritan la felicidad compartida con la novia, siendo ya ella la esposa legal del rey, pasando al disfrute sensorial para todos, gozándose inmensamente en la dicha que vendrá al haberse celebrado las bodas, y las danzas y el vino, el alimento y el jolgorio se extienden entre los privilegiados invitados, quienes llenos de gozo brindan por aquel amor que siempre perduraría.
"¡Oh. si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino. A más del olor de tus suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado; por eso las doncellas te aman. Atráeme, en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; nos acordaremos de tus amores más que del vino; con razón te aman".
=== La entrada a este texto tan connotado y especial corre a cargo de la mujer que ama al rey, y anhela ser uno con él. Si bien en la esfera natural los requiebros y los piropos son algo que proviene de los labios del varón; aquí se ve la intimidad entre las mujeres, las mismas que se hallan ligadas a la protagonista femenina en calidad de damas de compañía, aquellas que también sienten o experimentan una dicha enorme por estar cerca de ella, y por ver al rey en la "zona VIP", y por ser testigos presenciales del amor que el rey provoca en la mujer que ha elegido para que sea su compañía regia. Este cuadro de intimidad entre las féminas no debe ser mal interpretado; sino entendido como algo natural en la preparación de unas bodas, donde cada una suelta sus impresiones y precisiones acerca del Amado, y de cómo les hubiera gustado ser ellas las elegidas. No hay lugar para una envidia perniciosa, o para intentar competir con ella; porque en el entorno de la cultura hebraica las compañeras entendían su rol, disfrutando junto a la elegida la dicha que a ella le tocara, mientras aguardaran pacientemente por la suya. Ella está muy excitada, y declara su deleite al estar junto al rey, anhelando los besos que le comunicaran su afecto entrañable, único y peculiar. Al comparar ese afecto con los efectos del embriagante vino, nos da a entender lo que ella siente cuando es besada por el varón de sus sueños... ¡Y en ello no hay morbo alguno! Y esto lo digo porque hay quienes tienen una mente profana o religiosa y legalista. juzgando todo de mala manera. Los que hemos disfrutado algún romance, conocemos el fuego de esa emoción, especialmente si la hemos aguardado por mucho tiempo, imaginando aquel encuentro singular en nuestras mentes y corazones con una sagrada ilusión.
=== Notemos lo ligadas que están las doncellas a la protagonista, haciendo que su singularidad se convirtiera en una plural carrera en pos de él, porque sus corazones se habían apegado a la doncella elegida por el rey. En las fiestas de bodas hebreas, los invitados participaban en todo, menos en el momento de la intimidad de la pareja, lo cual acontecía en la casa de sus padres, y en la habitación donde la doncella naciera, y cuando el acto estuviera consumado, el amigo del esposo anunciaba a todos que la pareja ya era una unidad binaria, comenzando las celebraciones, las cuales durarían siete días. Al decir que el rey la había metido en sus cámaras, el coro de doncellas gritan la felicidad compartida con la novia, siendo ya ella la esposa legal del rey, pasando al disfrute sensorial para todos, gozándose inmensamente en la dicha que vendrá al haberse celebrado las bodas, y las danzas y el vino, el alimento y el jolgorio se extienden entre los privilegiados invitados, quienes llenos de gozo brindan por aquel amor que siempre perduraría.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 20/01/2018 MENSAJE # 2255.
CUANDO EL PADRE NOS DESCUBRE LA INTIMIDAD DE LA FELICIDAD DE UNA PAREJA HUMANA, AL LLEGAR EL TIEMPO DEL MATRIMONIO, NUESTROS CORAZONES SON EXCITADOS EN EL BUEN SENTIDO DE LA EXPRESIÓN, Y HEMOS DE APRENDER A REGOCIJARNOS CON DIOS, SINTIÉNDONOS GOZOSOS DE LA DICHA DE OTROS.
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