LIMA - PERÚ LUNES 01 DE ENERO DEL 2018 MENSAJE # 2217
SEGUNDA DE REYES 2:1-2, 7-9, 15.
"Aconteció que cuando quiso Yahweh alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Elíseo de Gilgal. Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí. porque Yahweh me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Yahweh y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el... Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos, y ellos dos se pararon junto al Jordán. Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y otro lado, y pasaron ambos por lo seco. Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí... Viéndolo los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él".
=== Esta porción de la Palabra nos introduce en el panorama profético que para la nación escogida era algo que se disfrutaba en los lugares donde los profetas habitaban y fluían de modo natural en la esfera sobrenatural. Para ellos, lo extraordinario era algo ordinario, y conocían los movimientos divinos porque él se los revelaba puntualmente (Am.3:7; Jer.23:22a). La naturaleza espiritual de estas declaraciones pueden no hallar cabida en los cristianos racionalistas, quienes estimaran que todo esto había desaparecido para el siglo I de la era cristiana, siendo conducidos por su entenebrecido razonamiento que le negara al Espíritu Santo su participación, refiriéndose a él en una forma simbólica, retórica y hasta lírica; pero inadmisible en su panorama bipartito. Quiero penetrar osadamente con mis lectores a un día en la vida del profético fluir de esta dotación espiritual que Dios sustentara con la Palabra de su poder, y que para la nación escogida formara parte de su vida convencional. Los turistas espirituales, 'cristianos tibios y peronés' que se consideran maduros, pueden sorprenderse; pero los habitantes del barrio, que leemos el diario Revelación, y escuchamos Radio Unción, tomamos nota del divino fluir, y aguardamos para ver lo que Dios hará ante nuestros ojos hoy. Y el Profeta ONE, se va para arriba; y el profeta TWO, pasará a ocupar su lugar porque el Padre así lo había decidido, al hablar con Elías en aquella cueva del monte Horeb.
=== Aquella profecía, se cumpliría hoy. Y saliendo de Gilgal (el círculo que representa los valores eternales), y yendo a Bet-el ( La casa de Dios, donde la intimidad revelacional es la norma); ellos fueron llevados hasta Jericó (La ciudad del olor fragante, y el acceso a la parte Occidental de la tierra prometida), se fueron hasta el Jordán (El que desciende, para ascender), y llegar el profeta hasta el lugar de donde sería recogido por un torbellino para morar en la presencia divina de un modo definitivo. Aquel manto que un día fuera puesto sobre las espaldas de Eliseo, abrió el Jordán (haciendo mayor la trascendencia del panorama célico-pedestre, mostrando dónde se hallaba la autoridad del Arca del Pacto, que reposara sobre el siervo escogido hasta donde el Padre quisiera). El surco seco revelaba la autoridad espiritual de quien lo cruzara, y todo el poder del río, se inhibía ante la presencia de aquellos dos seres que eran tan especiales para Dios. Al otro lado, el profeta Elias le pregunta a Eliseo qué deseaba para sí antes que él fuera quitado de su presencia, y éste pidió una doble porción de su espíritu sin dudarlo. Las veces que Elías se detuvo y le ordenó a Eliseo que se quedara, este último desacató la orden o sugerencia, entendiendo que Elías no lo rechazaba; sino que retaba su fe para saber si el deseo de su corazón era real, si estaba a tono con la realidad que le tocaría vivir, si realmente anhelaba el lugar de responsabilidad que le cabría al desaparecer su mentor. La respuesta de Eliseo era por demás evidente, y su ambición como siervo de Dios era mayúscula, y no lo defraudaría.
=== El arrebatamiento de Elías en un torbellino, aquel carro de fuego que los separara en el camino, y la despedida que Eliseo le diera al insigne siervo de Dios llamándolo carro de Israel y su gente de a caballo (la fuerza más poderosa de un ejército), fueron corroborados por el manto caído del profeta Elias, el cual serviría como segunda piel al fluir de Eliseo, abriendo el Jordán nuevamente para mostrar cómo el espíritu de Elias moraba ahora en él, y cómo el panorama profético continuara con otro adalid en el mismo adalid, con una herencia que de arriba provenía. El luto de Eliseo (por su ropa partida en dos), fue cambiado por el manto de alegría, y al ver el río Jordán abierto, y al grupo de los jóvenes hijos de los profetas que se postraron ante él reconociendo la autoridad y poder que lo revistiera, la luz del sol se hizo más intensa, y el cielo le daba la bienvenida, y una brisa dulce y tenue acariciaba el rostro del sucesor de Elías, aquel profeta que abriera el camino a la esfera sobrenatural, y la dejara como una herencia para quienes lo sucedieran, haciendo eco del sentir de su corazón en las siguientes etapas. Aquel manto caído que reposara cerca al Jordán parecía hablarle a Eliseo, diciéndole: Ven, toma tu herencia, y actívala entre los hijos de Dios. Y así lo hizo. Para la gente de los sectores aludidos esto no fue lo que soñaron ni visionaron; sino aquello de lo que fueron testigos porque pertenecían al panorama célico-pedestre, y era su norma disfrutarlo. ¿Vivimos allí?
"Aconteció que cuando quiso Yahweh alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Elíseo de Gilgal. Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí. porque Yahweh me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Yahweh y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el... Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos, y ellos dos se pararon junto al Jordán. Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y otro lado, y pasaron ambos por lo seco. Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí... Viéndolo los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se postraron delante de él".
=== Esta porción de la Palabra nos introduce en el panorama profético que para la nación escogida era algo que se disfrutaba en los lugares donde los profetas habitaban y fluían de modo natural en la esfera sobrenatural. Para ellos, lo extraordinario era algo ordinario, y conocían los movimientos divinos porque él se los revelaba puntualmente (Am.3:7; Jer.23:22a). La naturaleza espiritual de estas declaraciones pueden no hallar cabida en los cristianos racionalistas, quienes estimaran que todo esto había desaparecido para el siglo I de la era cristiana, siendo conducidos por su entenebrecido razonamiento que le negara al Espíritu Santo su participación, refiriéndose a él en una forma simbólica, retórica y hasta lírica; pero inadmisible en su panorama bipartito. Quiero penetrar osadamente con mis lectores a un día en la vida del profético fluir de esta dotación espiritual que Dios sustentara con la Palabra de su poder, y que para la nación escogida formara parte de su vida convencional. Los turistas espirituales, 'cristianos tibios y peronés' que se consideran maduros, pueden sorprenderse; pero los habitantes del barrio, que leemos el diario Revelación, y escuchamos Radio Unción, tomamos nota del divino fluir, y aguardamos para ver lo que Dios hará ante nuestros ojos hoy. Y el Profeta ONE, se va para arriba; y el profeta TWO, pasará a ocupar su lugar porque el Padre así lo había decidido, al hablar con Elías en aquella cueva del monte Horeb.
=== Aquella profecía, se cumpliría hoy. Y saliendo de Gilgal (el círculo que representa los valores eternales), y yendo a Bet-el ( La casa de Dios, donde la intimidad revelacional es la norma); ellos fueron llevados hasta Jericó (La ciudad del olor fragante, y el acceso a la parte Occidental de la tierra prometida), se fueron hasta el Jordán (El que desciende, para ascender), y llegar el profeta hasta el lugar de donde sería recogido por un torbellino para morar en la presencia divina de un modo definitivo. Aquel manto que un día fuera puesto sobre las espaldas de Eliseo, abrió el Jordán (haciendo mayor la trascendencia del panorama célico-pedestre, mostrando dónde se hallaba la autoridad del Arca del Pacto, que reposara sobre el siervo escogido hasta donde el Padre quisiera). El surco seco revelaba la autoridad espiritual de quien lo cruzara, y todo el poder del río, se inhibía ante la presencia de aquellos dos seres que eran tan especiales para Dios. Al otro lado, el profeta Elias le pregunta a Eliseo qué deseaba para sí antes que él fuera quitado de su presencia, y éste pidió una doble porción de su espíritu sin dudarlo. Las veces que Elías se detuvo y le ordenó a Eliseo que se quedara, este último desacató la orden o sugerencia, entendiendo que Elías no lo rechazaba; sino que retaba su fe para saber si el deseo de su corazón era real, si estaba a tono con la realidad que le tocaría vivir, si realmente anhelaba el lugar de responsabilidad que le cabría al desaparecer su mentor. La respuesta de Eliseo era por demás evidente, y su ambición como siervo de Dios era mayúscula, y no lo defraudaría.
=== El arrebatamiento de Elías en un torbellino, aquel carro de fuego que los separara en el camino, y la despedida que Eliseo le diera al insigne siervo de Dios llamándolo carro de Israel y su gente de a caballo (la fuerza más poderosa de un ejército), fueron corroborados por el manto caído del profeta Elias, el cual serviría como segunda piel al fluir de Eliseo, abriendo el Jordán nuevamente para mostrar cómo el espíritu de Elias moraba ahora en él, y cómo el panorama profético continuara con otro adalid en el mismo adalid, con una herencia que de arriba provenía. El luto de Eliseo (por su ropa partida en dos), fue cambiado por el manto de alegría, y al ver el río Jordán abierto, y al grupo de los jóvenes hijos de los profetas que se postraron ante él reconociendo la autoridad y poder que lo revistiera, la luz del sol se hizo más intensa, y el cielo le daba la bienvenida, y una brisa dulce y tenue acariciaba el rostro del sucesor de Elías, aquel profeta que abriera el camino a la esfera sobrenatural, y la dejara como una herencia para quienes lo sucedieran, haciendo eco del sentir de su corazón en las siguientes etapas. Aquel manto caído que reposara cerca al Jordán parecía hablarle a Eliseo, diciéndole: Ven, toma tu herencia, y actívala entre los hijos de Dios. Y así lo hizo. Para la gente de los sectores aludidos esto no fue lo que soñaron ni visionaron; sino aquello de lo que fueron testigos porque pertenecían al panorama célico-pedestre, y era su norma disfrutarlo. ¿Vivimos allí?
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 01/01/2018 MENSAJE # 2217
CUNDO DIOS NOS PERMITE PENETRAR EN LA ESFERA SOBRENATURAL, PODEMOS SENTIRNOS IMPRESIONADOS, O PODEMOS SENTIRNOS EN CASA, DEPENDIENDO DE NUESTRO NIVEL ESPIRITUAL. EL CRISTIANO RACIONALISTA (VERSIÓN SADUCEA); Y EL ESPIRITUAL INEXPERTO (VERSIÓN FARISAICA), TIENEN UN CHOQUE EMOCIONAL, Y NAVEGAN EN UN MAR PENDULAR QUE LOS LLEVA AL GOZO Y A LA DECEPCIÓN, EN EL MAR DE LAS INCERTIDUMBRES.
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