LIMA - PERÚ MIÉRCOLES 17 DE ENERO DEL 2018 MENSAJE # 2249
PROVERBIOS 13:13-17.
"El que menosprecia el precepto perecerá por ello; mas el que teme el mandamiento será recompensado. La ley del sabio es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte. El buen entendimiento da gracia; mas el camino de los transgresores es duro. Todo hombre prudente procede con sabiduría; mas el necio manifestará necedad. El mal mensajero acarrea desgracia; mas el mensajero fiel acarrea salud".
=== Los proverbios antitéticos nos muestran los dos lados de nuestro fluir, tanto el positivo como el negativo. Si somos gente entendida, estaremos viendo el cara y sello de nuestros hechos y actitudes, aprendiendo que todo acto obtendrá un fruto específico, ya sea en pro o en contra. Dado que la decisión es nuestra, nos conviene conocer los resultados del pensar, el sentir, y el obrar en la vida diaria. El sentido común es el resultado de haber evaluado las cosas en ambos sentidos, el habernos hecho conscientes de los detalles, y el aprender a elegir lo que es para la vida. Los preceptos nos expresan en una forma muy clara y definida lo que Dios quiere para nosotros, dándonos las pautas del caso para que elijamos con sabiduría, y encontremos la dicha como el resultado más perfecto y armónico. El menosprecio a las ordenanzas divinas compondrá nuestra desgracia y condenación, demostrando el grado de obcecación al que se llega cuando se anda en oposición a las divinas instancias. Dios no quiere obligarnos a hacer lo que él quiere; sino que desea vernos felices, exitosos y triunfantes en la vida. El consejo de un padre no está buscando privarnos de la dicha o la felicidad; sino que nos descubre benévolamente la forma en que podemos obtenerla, haciendo que al obedecer el orden instituido, podamos disfrutar de todas las cosas buenas que Dios diseñara para nosotros. El menosprecio que se le haga al precepto divino no lo anulará, ni lo hará desaparecer; y la pérdida de la dicha, el bienestar, la salud, y la vida son directa consecuencia de ello. En contraposición, la obediencia al mandamiento, nos hará disfrutar a plenitud de todas las bondades divinas.
=== La ley obedecida, traduciendo el mandato en nuestra sabiduría y el estándar de nuestro fluir en la forma de piedad, hará que la muerte o la desdicha sean cosas de las que no tenemos noticia, luciéndonos la misma como remota y extraña. Los manantiales saltan al exterior, y son comunicadores de vida siempre, manteniéndonos como un vehículo bien guiado, en nuestro carril hasta llegar a la meta sin correr ningún riesgo, eludiendo los lazos de la muerte: desdichas, caídas, golpes traumáticos, accidentes graves, discapacidades, heridas mortales, etc. Un buen entendimiento (haber captado las cosas serena y juiciosamente), nos impartirá la gracia divina (su favor expresado en dicha y disfrute); nos librará de las cosas duras que pudiéramos sufrir al alejarnos de la seguridad, siguiendo las señales informativas, reguladoras y restrictivas, que nos dan certeza en el tránsito a la gloria divina. Y así como el arroyo discurre por su lecho hasta donde el tal le guía; así veremos discurrir nuestra vida diaria con la seguridad que nos imprime aquel surco que nos llevará hasta un río, y luego al mar.
=== La madurez, propia del hombre prudente, lo llevará a actuar con sabiduría; dejando a los necios atrás, porque quieren cambiar el curso de sus historias, hallar alguna cosa diferente, para enajenarse de su Creador, siguiendo el consejo del querubín caído, o de alguno de sus coadjutores, creyendo que pueden cambiar la voluntad divina, o torcer sus designios caprichosa y torpemente, para luego solicitar acuerdos de última hora, con sus disculpas ridículas o sus sacrificios sin valor, buscando cual llorosos Esaúes alguna bendición extra no contemplada desde el inicio por la Deidad. El MAL MENSAJERO (que no es otro que nuestra alma buscando hacer lo que le da la gana, y ser aceptos a la fuerza), sabe hacer una mezcla extraña de versos bíblicos y forzadas ediciones de panoramas religiosos que no tienen que ver nada con las promesas divinas, con las que la Deidad está plenamente comprometido; y aunque a sus engañados corazones les parecieran viables, encontrarán un gran letrero de desviación que los conduce directamente al infierno, llenándolos de desgracias; viendo que el mensajero real: El Espíritu Santo le imparte a sus santos guiados salud, salvación, sanidad, liberación, seguridad y vida eternal.
"El que menosprecia el precepto perecerá por ello; mas el que teme el mandamiento será recompensado. La ley del sabio es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte. El buen entendimiento da gracia; mas el camino de los transgresores es duro. Todo hombre prudente procede con sabiduría; mas el necio manifestará necedad. El mal mensajero acarrea desgracia; mas el mensajero fiel acarrea salud".
=== Los proverbios antitéticos nos muestran los dos lados de nuestro fluir, tanto el positivo como el negativo. Si somos gente entendida, estaremos viendo el cara y sello de nuestros hechos y actitudes, aprendiendo que todo acto obtendrá un fruto específico, ya sea en pro o en contra. Dado que la decisión es nuestra, nos conviene conocer los resultados del pensar, el sentir, y el obrar en la vida diaria. El sentido común es el resultado de haber evaluado las cosas en ambos sentidos, el habernos hecho conscientes de los detalles, y el aprender a elegir lo que es para la vida. Los preceptos nos expresan en una forma muy clara y definida lo que Dios quiere para nosotros, dándonos las pautas del caso para que elijamos con sabiduría, y encontremos la dicha como el resultado más perfecto y armónico. El menosprecio a las ordenanzas divinas compondrá nuestra desgracia y condenación, demostrando el grado de obcecación al que se llega cuando se anda en oposición a las divinas instancias. Dios no quiere obligarnos a hacer lo que él quiere; sino que desea vernos felices, exitosos y triunfantes en la vida. El consejo de un padre no está buscando privarnos de la dicha o la felicidad; sino que nos descubre benévolamente la forma en que podemos obtenerla, haciendo que al obedecer el orden instituido, podamos disfrutar de todas las cosas buenas que Dios diseñara para nosotros. El menosprecio que se le haga al precepto divino no lo anulará, ni lo hará desaparecer; y la pérdida de la dicha, el bienestar, la salud, y la vida son directa consecuencia de ello. En contraposición, la obediencia al mandamiento, nos hará disfrutar a plenitud de todas las bondades divinas.
=== La ley obedecida, traduciendo el mandato en nuestra sabiduría y el estándar de nuestro fluir en la forma de piedad, hará que la muerte o la desdicha sean cosas de las que no tenemos noticia, luciéndonos la misma como remota y extraña. Los manantiales saltan al exterior, y son comunicadores de vida siempre, manteniéndonos como un vehículo bien guiado, en nuestro carril hasta llegar a la meta sin correr ningún riesgo, eludiendo los lazos de la muerte: desdichas, caídas, golpes traumáticos, accidentes graves, discapacidades, heridas mortales, etc. Un buen entendimiento (haber captado las cosas serena y juiciosamente), nos impartirá la gracia divina (su favor expresado en dicha y disfrute); nos librará de las cosas duras que pudiéramos sufrir al alejarnos de la seguridad, siguiendo las señales informativas, reguladoras y restrictivas, que nos dan certeza en el tránsito a la gloria divina. Y así como el arroyo discurre por su lecho hasta donde el tal le guía; así veremos discurrir nuestra vida diaria con la seguridad que nos imprime aquel surco que nos llevará hasta un río, y luego al mar.
=== La madurez, propia del hombre prudente, lo llevará a actuar con sabiduría; dejando a los necios atrás, porque quieren cambiar el curso de sus historias, hallar alguna cosa diferente, para enajenarse de su Creador, siguiendo el consejo del querubín caído, o de alguno de sus coadjutores, creyendo que pueden cambiar la voluntad divina, o torcer sus designios caprichosa y torpemente, para luego solicitar acuerdos de última hora, con sus disculpas ridículas o sus sacrificios sin valor, buscando cual llorosos Esaúes alguna bendición extra no contemplada desde el inicio por la Deidad. El MAL MENSAJERO (que no es otro que nuestra alma buscando hacer lo que le da la gana, y ser aceptos a la fuerza), sabe hacer una mezcla extraña de versos bíblicos y forzadas ediciones de panoramas religiosos que no tienen que ver nada con las promesas divinas, con las que la Deidad está plenamente comprometido; y aunque a sus engañados corazones les parecieran viables, encontrarán un gran letrero de desviación que los conduce directamente al infierno, llenándolos de desgracias; viendo que el mensajero real: El Espíritu Santo le imparte a sus santos guiados salud, salvación, sanidad, liberación, seguridad y vida eternal.
EFRAÍN ARTURO CHÁVEZ ESPARTA 17/01/2018 MENSAJE # 2249.
DIOS MANEJA TODAS LAS COSAS POR PREMISAS FIJAS, LEYES DETERMINANTES, Y SU ANHELO POR VER EN NOSOTROS REALIZADO SU PROPÓSITO REGIO. EL ECO DE SU SENTIR DEBE REFLEJAR NUESTRO DESEO DE COMPARTIR CON ÉL UN SINO GLORIOSO Y ETERNO. ELIGE BIEN, AMADO LECTOR.
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